Cinco
cosas de las cuales nos tenemos que despojar para
oír
la voz de Dios y para recibir su bendición
1- ISAÍAS
58:9-121- EL YUGO. - Dominio que algo o alguien tiene sobre ti.
- Dinero.
- Alguna
persona.
- Problemas.
- Quehaceres,
afanes.
- Malos
pensamientos.
- Trabajo,
estudios etc.
2- EL DEDO
AMENAZADOR. Apocalipsis 12:10
- Satanás,
quien te acusa y te desprecia, quiere destruirte.
“Quién acusará
a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.” Romanos 8:33
-Hay autoridad
en Jesús.
3- EL HABLAR
VANIDAD
-Cosas
inútiles, inmorales, que no tienen valor.
-Tito 1:10,11
Personas que: hablan y enseñan vanidades.
4- DAR TU PAN
AL HAMBRIENTO. (Buenas obras).
- Hebreos 13:16
No nos olvidemos de hacer el bien.- Santiago 3:13
Conducta.
- Tito 1:16 No
reprobado en toda buena obra.
5- SANAR EL
ALMA AFLIGIDA
- Ministrar,
evangelizar, dar lo que uno ha recibido.
- Romanos
15:26,27 Macedonia y Acaya fueron provistos espiritualmente y
dieron de sus
bienes materiales en reconocimiento.
- I Pedro
4:10,11 Pedro nos dice que debemos dar lo que Dios nos ha dado.
(Isaías 50:4)
Despojándonos
de estos obstáculos, y dando de lo que hemos recibido,
podremos
disfrutar plenamente de lo que viene a continuación.
BENDICIONES DE
DIOS- “Te pastoreará siempre.”- Acción del pastor: cuidar
y guiar a las
ovejas a pastos frescos.
- Salmo 81:16
Esto le hubiera ocurrido a Israel si hubiera atendido a la voz de Dios.
- Juan 10:11
Jesús se preocupará de que andes por el buen camino.
- “Saciará tu
alma.”
- Si Jesús es
tu pastor, tendrás la mejor comida espiritual. Te alimentará con lo
mejor.
-“Dará vigor a
tus huesos.”
Dos clases de
fuerzas para el débil:
1- Isaías 40:29
La fuerza que Dios da.
2- Nehemías
8:10; II Corintios 12:10 La fuerza que el gozo de Dios da.
“Serás como
huerto de riego.”- Cantares 5:16
Dos vientos que
soplan en el jardín de nuestras vidas.
- Salmo 32:4 El
verdor de David se secó por su angustia.
“Serás como
manantial de aguas.”- Juan 7:37,38
Lleno del
Espíritu Santo.
- Isaías 59:21
No faltarán palabras a tu boca. (Isaías 50:4).
“Los tuyos…”
Aquellos a los cuales has ministrado.
- Restauración
de vidas.
- Edificarán
nuevas moradas para que habite el Espíritu Santo.
“Reparador de
portillos.”
- Arreglaras
las puertas por donde el enemigo se puede colar.
“Restaurador.”
- Junto a la
ayuda del Espíritu Santo ordenarás el cuarto interior de la persona
herida.
Cuando
repasamos todas estas bendiciones, que no merecemos,
pero que
sin embargo el Padre nos las regala como parte de nuestra herencia en
el presente,
nos preguntamos ¿existe acaso una vida mas plena que ésta?
Sabemos que no.
Cuando el cristiano llega a ser un adorador en el espíritu,
rompe la
limitación del “no se puede”, para entrar al mundo sobrenatural
de las
posibilidades divinas. La dimensión del “Todo lo puedo en Cristo que me
fortalece.”
Oración:
“Señor, ayúdame a ser un adorador que rompa las limitaciones de la
desidia.
Dame un corazón
como el de tu siervo David. Ayúdame a tener claro el
propósito de la
vida en Cristo. “Sólo una cosa le he pedido al Señor;
y esta buscaré;
que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
para contemplar
la hermosura de Jehová y para inquirir en su templo.”
(Salmo
27:4) Tú eres la gloria de mi vida. Tú eres mi sabiduría y mi éxito.
Porque Tú eres
lo mejor.
Amén.”
Autor: Desconocido
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