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De: Perla (Mensaje original) |
Enviado: 17/03/2010 17:46 |
El vive y Reina
Amados hermanos y amigos:
Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Mt 28.2..Y ellas, alejándose a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, corrieron a dar las noticias a sus discípulos. Mt 28.8
María y las mujeres que fueron con ella a visitar la tumba de Jesús no estaban esperando la recepción que tuvieron. Habían ido de madrugada para poner especies en el cuerpo de su Amigo, sin saber cómo iban a entrar en la tumba. Pero cuando se acercaron se asustaron al ver que la enorme piedra había sido rodada de la apertura. Y lo que es más increible, vieron a un ángel sentado sobre ella.
No es de extrañar que sintieran asombro y temor. Pero también sintieron un gran gozo cuando el ángel las invitó a mirar dentro de la tumba vacía, y luego les dijo que fueran y dijeran a los otros discípulos que Jesús había resucitado.
Casí 2,000 años después de aquella proclamación inicial, nosotros los que seguimos a Jesús, también sentimos emociones mezcladas acerca de compartir tan buenas nuevas. Sentimos un gran gozo porque Jesús está vivo, pero también nos sentimos un poquito incómodos al hablar a otros de Él. Las mujeres se quedaron asombradas al ver y escuchar a un ángel junto a una tumba abierta, pero nuestro temor es distinto. tememos lo que la gente pueda pensar de nosotros cuando les decimos que Crtisto ha resucitado.
Sin embargo, igual que María y las otras mujeres, tenemos la responsabilidad de comunicar a los demás las buenas nuevas. El Espíritu de Dios nos dará el valor para vencer nuestro temor y compartir nuestro gran gozo.
Las buenas nuevas de la resurrección son demasiado buenas como para no compartirlas.
La piedra fue sacada de su lugar, no para que Jesús pudiera salir, sino para que los testigos
contemplaran la evidencia de una tumba vacía.
"El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor JESÚS" Apocalipsis 22:20
"El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor JESÚS" Apocalipsis 22:20
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El vive y Reina
Amados hermanos y amigos:
Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Mt 28.2..Y ellas, alejándose a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, corrieron a dar las noticias a sus discípulos. Mt 28.8
María y las mujeres que fueron con ella a visitar la tumba de Jesús no estaban esperando la recepción que tuvieron. Habían ido de madrugada para poner especies en el cuerpo de su Amigo, sin saber cómo iban a entrar en la tumba. Pero cuando se acercaron se asustaron al ver que la enorme piedra había sido rodada de la apertura. Y lo que es más increible, vieron a un ángel sentado sobre ella.
No es de extrañar que sintieran asombro y temor. Pero también sintieron un gran gozo cuando el ángel las invitó a mirar dentro de la tumba vacía, y luego les dijo que fueran y dijeran a los otros discípulos que Jesús había resucitado.
Casí 2,000 años después de aquella proclamación inicial, nosotros los que seguimos a Jesús, también sentimos emociones mezcladas acerca de compartir tan buenas nuevas. Sentimos un gran gozo porque Jesús está vivo, pero también nos sentimos un poquito incómodos al hablar a otros de Él. Las mujeres se quedaron asombradas al ver y escuchar a un ángel junto a una tumba abierta, pero nuestro temor es distinto. tememos lo que la gente pueda pensar de nosotros cuando les decimos que Crtisto ha resucitado.
Sin embargo, igual que María y las otras mujeres, tenemos la responsabilidad de comunicar a los demás las buenas nuevas. El Espíritu de Dios nos dará el valor para vencer nuestro temor y compartir nuestro gran gozo.
Las buenas nuevas de la resurrección son demasiado buenas como para no compartirlas.
La piedra fue sacada de su lugar, no para que Jesús pudiera salir, sino para que los testigos
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De: Perla |
Enviado: 17/03/2010 17:49 |
El vive y Reina
Amados hermanos y amigos:
Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Mt 28.2..Y ellas, alejándose a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, corrieron a dar las noticias a sus discípulos. Mt 28.8
María y las mujeres que fueron con ella a visitar la tumba de Jesús no estaban esperando la recepción que tuvieron. Habían ido de madrugada para poner especies en el cuerpo de su Amigo, sin saber cómo iban a entrar en la tumba. Pero cuando se acercaron se asustaron al ver que la enorme piedra había sido rodada de la apertura. Y lo que es más increible, vieron a un ángel sentado sobre ella.
No es de extrañar que sintieran asombro y temor. Pero también sintieron un gran gozo cuando el ángel las invitó a mirar dentro de la tumba vacía, y luego les dijo que fueran y dijeran a los otros discípulos que Jesús había resucitado.
Casí 2,000 años después de aquella proclamación inicial, nosotros los que seguimos a Jesús, también sentimos emociones mezcladas acerca de compartir tan buenas nuevas. Sentimos un gran gozo porque Jesús está vivo, pero también nos sentimos un poquito incómodos al hablar a otros de Él. Las mujeres se quedaron asombradas al ver y escuchar a un ángel junto a una tumba abierta, pero nuestro temor es distinto. tememos lo que la gente pueda pensar de nosotros cuando les decimos que Crtisto ha resucitado.
Sin embargo, igual que María y las otras mujeres, tenemos la responsabilidad de comunicar a los demás las buenas nuevas. El Espíritu de Dios nos dará el valor para vencer nuestro temor y compartir nuestro gran gozo.
Las buenas nuevas de la resurrección son demasiado buenas como para no compartirlas.
La piedra fue sacada de su lugar, no para que Jesús pudiera salir, sino para que los testigos
contemplaran la evidencia de una tumba vacía.
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De: Perla |
Enviado: 17/03/2010 17:52 |
El vive y Reina
Amados hermanos y amigos:
Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Mt 28.2..Y ellas, alejándose a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, corrieron a dar las noticias a sus discípulos. Mt 28.8
María y las mujeres que fueron con ella a visitar la tumba de Jesús no estaban esperando la recepción que tuvieron. Habían ido de madrugada para poner especies en el cuerpo de su Amigo, sin saber cómo iban a entrar en la tumba. Pero cuando se acercaron se asustaron al ver que la enorme piedra había sido rodada de la apertura. Y lo que es más increible, vieron a un ángel sentado sobre ella.
No es de extrañar que sintieran asombro y temor. Pero también sintieron un gran gozo cuando el ángel las invitó a mirar dentro de la tumba vacía, y luego les dijo que fueran y dijeran a los otros discípulos que Jesús había resucitado.
Casí 2,000 años después de aquella proclamación inicial, nosotros los que seguimos a Jesús, también sentimos emociones mezcladas acerca de compartir tan buenas nuevas. Sentimos un gran gozo porque Jesús está vivo, pero también nos sentimos un poquito incómodos al hablar a otros de Él. Las mujeres se quedaron asombradas al ver y escuchar a un ángel junto a una tumba abierta, pero nuestro temor es distinto. tememos lo que la gente pueda pensar de nosotros cuando les decimos que Crtisto ha resucitado.
Sin embargo, igual que María y las otras mujeres, tenemos la responsabilidad de comunicar a los demás las buenas nuevas. El Espíritu de Dios nos dará el valor para vencer nuestro temor y compartir nuestro gran gozo.
Las buenas nuevas de la resurrección son demasiado buenas como para no compartirlas.
La piedra fue sacada de su lugar, no para que Jesús pudiera salir, sino para que los testigos
contemplaran la evidencia de una tumba vacía.
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