La Lección del quebrantamiento
A nadie le gusta la sensación del quebrantamiento, pero no podemos ignorar sus excelentes beneficios para nuestro crecimiento espiritual. El ser quebrantados nos da una perspectiva totalmente nueva en cuanto al plan de Dios para nuestras vidas. Es que tener un flujo seguro y permanente de bendiciones tiene un efecto interesante sobre la mayoría de las personas: distorsiona nuestro concepto del Padre celestial, llevándonos muchas veces a pensar que Él existe para nosotros. A Dios le pedimos sanidad, éxito, seguridad económica. Le pedimos que bendiga nuestra familia y nuestras relaciones. Sin embargo, la verdad es que, gran parte del tiempo no estamos en realidad hablándole al Señor en absoluto, sino que, más bien, lo tratamos como un sirviente, diciéndole lo que queremos, para que nos lo consiga.
En todo esto, ¿quién está, en realidad, en el centro de nuestras oraciones? Con toda seguridad que no es el Dios todopoderoso, nuestro eterno Salvador y Creador del universo. No, somos nosotros quienes ocupamos el centro de esas oraciones. Por tanto, el resultado final es la sutil creencia de que Dios existe para nuestro beneficio. Esta distorsión hiere el corazón de Dios y nos impide saber de verdad quién es Él.
El antídoto contra esta narcisista idolatría es el quebrantamiento. Cuando Dios dice “No”; cuando nos quita en vez de darnos más; cuando dispone de lo que tenemos, de cuanto tenemos y del tiempo que podemos tenerlo, nos está ayudando a mantener nuestra mirada en Él.
No desprecie esos momentos, sino reconózcalos como la voz del Padre celestial que le está llamando a volver a Sus amorosos brazos
Dr. charles F. Stanley
2 Corintios 4:7-10
Viviendo por la fe
7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. Los "vasos de barro" son débiles y frágiles. Este versículo 7 encierra virtualmente toda la temática de la epístola, al expresar la parqdoja de cómo los débiles seres humanos pueden ser instrumento del poder de Dios.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.... 2 Co 12:9 (a) Por lo cual, por amor Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil entonces soy fuerte. 2 Co 12:10.
Dios sea propicio a ti,
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