Salmo 112:1-8
Bienaventurado el hombre que teme al Señor , y en sus mandamientos
se deleita en gran manera.
Su descendencia será poderosa en la tierra;
la generación de los rectos será bendita.
Bienes y riquezas hay en su
casa, y su justicia permanece para siempre.
Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; es clemente, misericordioso y justo.
El hombre de bien tiene misericordia, y presta; gobierna sus asuntos con juicio, Por lo cual no resbalará jamás; en memoria eterna será el justo.
No tendrá temor de malas noticias; su corazón está firme, confiado en
el Señor. Asegurado está su corazón; no temerá. .