Nuestro amigo duerme.
No queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen,
para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que
no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá
con El a los que durmieron en Jesús.
Si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado;
y si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en
vuestros pecados. Entonces también los que han dormido
en Cristo han perecido. Mas ahora Cristo ha resucitado de entre
los muertos, primicias de los que durmieron.
Y sucedió que cuando todo el pueblo acabó de pasar el Jordán,
el SEÑOR habló a Josué, diciendo: “Tomad doce piedras de aquí,
de en medio del Jordán, del lugar donde los pies de los sacerdotes
están firmes, y llevadlas con vosotros y colocadlas en el alojamiento
donde habéis de pasar la noche.” Así que estas piedras servirán
como recuerdo a los hijos de Israel para siempre.
A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
…..sino a los testigos que fueron escogidos de antemano por Dios,
es decir, a nosotros que comimos y bebimos con El después que
resucitó de los muertos.
Jn. 11:11 I Th.4:13,14 I Co. 15:16-18,20 Jos. 4:1,3,7 Hch. 2:32; 10:41