NO IMPIDAMOS LA INTERVENCIòN DE DIOS EN NUESTRAS VIDAS, Y SIGAMOS SU EJEMPLO SACROSANTO CUANDO GUARDò SILENCIO ANTE AQUELLOS QUE LE HACìAN DAÑO, Y QUE LE GRITABAN MUCHAS COSAS QUE èL COMO HIJO DE DIOS HUBIERA PODIDO CALLARLOS SIN EMBARGO, CON SU GRAN SILENCIO GANò MUCHO MàS PORQUE LUEGO DE LA CRUSIFICCIòN SE DIERON CUENTA QUE VERDADERAMENTE ERA EL HIJO DE DIOS.
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