DESPUÉS DE LA
TORMENTA... LA BENDICIÓN
Publicado por Pastora Ma. Eugenia Pino
Texto: 1P 5.6-11
Introducción: Pedro escribe a cristianos
judíos esparcidos que están pasando por una
intensa persecución por su fe de parte de
Roma y los judíos. Pedro nos recuerda que
Dios nos hizo renacer para una esperanza
viva (1.3). Por lo tanto, no debemos
sorprendernos cuando el sufrimiento llegue;
hay que esperarlo, prepararse, y responder
correctamente ante él.
EL SUFRIMIENTO EN CRISTO NOS BENEFICIA,
cuando obedecemos a los siguientes mandatos
divinos:
I HUMILLAOS Y CONFIAD
1.- Porque Dios es poderoso.
a) A su tiempo nos exaltará.
En el libro del profeta Daniel en el
capítulo 9, vemos cómo una petición elevada
a Dios por parte de este siervo se demoró en
recibir respuesta, este varón buscó en ayuno
y oración la respuesta, pero ésta tardaba
porque en el camino hubo oposición para que
Daniel recibiera la respuesta. Después de 21
días el emisario de Dios pudo llegar al
Daniel, bendiciéndole con una maravillosa
palabra Y en el capítulo siguiente vemos
cómo estando este siervo en gran angustia,
presentaban ayuno y oración, su dolor llegó
a la presencia de Dios y Daniel fue alentado
de parte del Señor.
2.- Porque Dios tiene cuidado de nosotros.
II SED SOBRIOS, VELAD Y RESISTID vv 8-9
** Los escogidos de Gedeón debían estar
alerta. Bebían sin dejar de vigilar .
** El boxeador cuando está en el ring
peleando mantiene siempre una un puño cerca
de su cara para protegerle y con la otra
ataca. Sus pies están en tal posición para
mantenerlo firme y evitar que caiga.
1.- Porque el diablo anda alrededor buscando
a quien devorar.
2.- Porque nuestros hermanos en todo el
mundo sufren las mismas cosas.
III ESPERAD Y ADORAD vv10-11
1.- Porque Dios nos perfecciona, afirma,
fortalece y establece después de
padecer un poco de tiempo.
2.- Porque de Dios es la gloria y el dominio
por la eternidad.
Los museos de guerra de cualquier país
presentan uniformes militares viejos,
banderas de batallas –todos descoloridos y
desintegrados por el tiempo-. La gloria
terrenal se marchita (como las flores) con
los años. No así con los dones gloriosos de
Dios, nunca se marchitan, sino que crecen
gloriosamente.
CONCLUSIÓN: La perspectiva celestial es
importantísima para luchar con los
problemas. Si nuestra herencia en los cielos
está segura eternamente, ¿Qué importa si
sufrimos la pérdida de una pocas posesiones
terrenales? Si nuestra fe es más preciosa
que el oro, entonces el corazón de la
adversidad puede servir sólo para
refinarlo, no para arruinarlo.
Bendiciones
GIANNELLA
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