Se llamará su nombre Admirable Consejero.
Mío es el consejo y la prudencia yo soy la inteligencia,
el poder es mío.
Lámpara es a mis pies tu palabra y luz para mi camino.
Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes
en tu propio entendimiento.
Reconócele en todos tus caminos,
y El enderezará tus sendas.
Yo sé, oh SEÑOR, que no depende del hombre su camino, ni
de quien anda el dirigir sus pasos.
Tus oídos oirán detrás de ti una palabra: Este es el
camino, andad en él, ya sea que vayáis a la derecha o a
la izquierda.
Encomienda tus obras al SEÑOR,
y tus propósitos se afianzarán.
Pero El sabe el camino que tomo; cuando me haya probado,
saldré como el oro.
Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, ¿cómo
puede, pues, el hombre entender su camino?
Con tu consejo me guiarás, y después me recibirás en
gloria.
Porque este es Dios, nuestro Dios por siempre jamás; El
nos guiará hasta la muerte.