No temas… yo soy …el que vive.
Padre, quiero que los que me has dado, estén también conmigo donde yo estoy.
Somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
El es también la cabeza del cuerpo que es la iglesia; y El es el principio,
el primogénito de entre los muertos, a fin de que El tenga en todo la primacía.
Habéis sido hechos completos en El, que es la cabeza.
Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre,
El igualmente participó también de lo mismo,
para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el
poder de la muerte, es decir, el diablo,
y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos
a esclavitud durante toda la vida.
Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción,
y esto mortal se vista
de inmortalidad. Pero cuando esto corruptible se haya
vestido de incorrupción, y esto mortal
se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá
la palabra que está escrita:
DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria.
Ef. 2:6 Ap. 1:17,18 Jn. 17:24 Ef. 5:30 Col. 1:18; 2:10 He. 2:14,15
I Co. 15:53,54