ORAR POR LAS VIUDAS Y LOS HUERFANOS
La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta:
Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones,
y guardarse sin mancha del mundo.
Santiago 1:27
Algunas viudas son jóvenes; sus esposos, muchas veces, han muerto
prematuramente.
Si en ese hogar hay hijos pequeños, en la joven viuda recae la
responsabilidad total de criarlos.
Ella tiene una pregunta sin respuesta:
"¿Por qué me ha pasado esto a mí?".
La enorme soledad no es algo insólito.
Otras viudas son mayores; sus esposos, tras una vida de atesorada compañía,
han muerto por razones de vejez o de salud.
Los muchos años de tiernos recuerdos, del gozo de criar una noble familia,
y de servicio mutuo a la Iglesia y a la comunidad son reemplazados
por la soledad y el sentir que no se les quiere o necesita.
La pregunta:
"¿Cuánto debo esperar para unirme a mi compañero eterno?" continúa sin respuesta.
Para ellas.
SABEMOS QUE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO HA PROMETIDO
ESTAR CON NOSOTROS HASTA EL FIN DEL MUNDO
en el encontrarán todas las respuestas.
La palabra de Dios nos demanda estar con ellas en sus
tribulaciones.
no nos cansemos de orar por todas nuestras hermanas viudas por todos los huerfanos
Dios les Bendiga.
Padre de huérfanos y defensor de viudas es Dios en su santa morada.
Salmo 68:5
Dios te Bendiga
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