Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto
puesto que tenía como cien años,
y la esterilidad de la matriz de Sara; sin embargo, respecto a la promesa de Dios,
Abraham no titubeó con incredulidad,
sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios.
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”,
o decirle: “Levántate, toma tu camilla y anda”?
Todas las cosas son posibles para el que cree.
Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
¿Por qué estáis amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo,
vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?
Pero Jesús, dándose cuenta, dijo: Hombres de poca fe,
¿por qué discutís entre vosotros que no tenéis pan?
¿Todavía no entendéis ni recordáis los cinco panes de los cinco mil,
y cuántas cestas recogisteis?
Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades, conforme a sus riquezas
en gloria en Cristo Jesús.
Mr. 2:8 Ro. 4:19,20 Mr. 2:9; 9:23 Mt. 28:18 Mr. 4:40 Mt. 6:26; 16:8,9 Fil. 4:19