Lo malo y lo bueno
Lectura: 2 Timoteo 4:14-18
Es muy importante que hagamos la distinción entre daños personales, los cuales debemos
estar dispuestos a perdonar, y los ataques deliberados al evangelio de Cristo, los cuales
juzgará el Señor. Pablo hizo esa distinción en su carta a su joven amigo Timoteo.
En primer lugar, Pablo escribió con respecto a un oponente del evangelio: Alejandro,
el calderero, me hizo mucho daño; el Señor le retribuirá conforme a sus hechos. Tú
también cuídate de él, pues se opone vigorosamente a nuestra enseñanzas (2 Timoteo
4:14-15
El "daño" que Alejandro le hizo a Pablo no fue a él personalmente, sino a su mensaje,
y luego Alejandro se involucró en fomentar la oposición a la proclamación del
evangelio por parte de Timoteo.
Luego, como si fuera para distinguir llanamente entre los que se oponen a la obra de
Dios y los que personalmente no hacen daño, Pablo continuó con estas generosas
palabras: "En mi primera defensa nadie estuvo a mi ladeo, sino que todos me
abandonaron; que no se les tenga en cuenta" (2 Timoteo 4:16)
Qué tristeza que los hermanos de Paqblo en la fe lo abandonaran en su hora de
profunda necesidad! Que se les debería hacer a ellos? Seguro que merecen su
justa ira. No era asN, Pablo dijo: "Que no se lese tenga en cuenta."
David Roper
Amado Padre, en el nombre de Tu Hijo Jesucristo te rogamos
que nos des discernimiento y la capacidad de perdonar de inmediato
cualquier ofensa por amor a Ti, y a todos aquellos que se oponen
al evangelio y a tu obra los dejamos en Tus manos, ayudanos a ser
generosos y compasivos pues ellos necesitan conocer Tu Palabra
y conocerte a Ti, viven en tinieblas y necesitan la luz de Cristo
Jesús. Que los tratemos con generosidad y amor, nuestro deber es
amar a todos por igual. En el nombre de Jesucristo. Amén