Esperar con fe
salmo 33.18-22
Nuestra cultura no se caracteriza por enseñar a poner en
práctica la paciencia. Basta ver la frustración de los
conductores detrás de un auto que no comienza a moverse
en el instante en que el semáforo cambia a verde.
Por un retraso de dos segundos, los ánimos se caldean y
se pone en acción la bocina. Vivir en una cultura
apresurada nos programa para esperar recibir todo al
instante, incluyendo las respuestas a nuestras
oraciones. A veces, me he sentido muy impaciente y
frustrado con el señor cuando Él no ha actuado de
acuerdo con mis planes. Incluso he intentado manipular
las circunstancias para presentarle la solución y
pedirle su bendición.
Pero lo que veo como una demora, es el tiempo perfecto
para Él desde su perspectiva. Un Dios omnisciente,
Creador y soberano del tiempo, jamás puede llegar tarde.
Esperar en el señor requiere fe. sólo porque no podamos
ver lo que Él está haciendo, no significa que esté
inactivo. Nuestro Padre celestial opera fuera de nuestra
esfera visible, disponiendo y manejando las
circunstancias para llevar a cabo su plan para nuestras
vidas. su trabajo es como una semilla que se siembra en
un jardín: no podemos ver el proceso bajo tierra. Pero
así como aparece finalmente la planta, nosotros podemos
confiar también en que, con el tiempo, se verá el
resultado dispuesto por el señor.
La solución a cualquier problema que usted enfrente está
en las manos de Dios. Si se aferra con tenacidad a la
verdad de su amor por usted, de su conocimiento de todas
las cosas, y de su poder sobre todos los obstáculos,
podrá caminar por fe, no por vista. A su debido tiempo,
sus ojos verán la prueba de su fidelidad.
Charles Stanley
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