LA OTRA BATALLA...
Pastora Ma. Eugenia Pino Texto
2Co 10:3-5
Introducción:
Estando Jesús y sus discípulos
en Genesaret se acercaron a
ellos los fariseos y algunos
escribas, éstos se
escandalizaron al ver a algunos
de los seguidores de Cristo
comer sin lavarse las manos. El
Señor les dijo que lo que sale
del hombre es lo que puede
contaminar, porque de dentro del
corazón sale lo malo (Mr
7.1-23).
Pr 23.7 dice: "Porque cual es su
pensamiento en su corazón, tal
es él";
es decir, "dime lo que piensas y
te diré qué tipo de cristiano
eres".
Nos preocupamos con real interés
en hacer lo bueno y en dejar de
hacer lo malo, pero olvidamos
una realidad muy importante: la
mente, y que Dios lo ve todo...
incluso el pensamiento más
oculto.
Por ello DEBEMOS LLEVAR CAUTIVO
TODO PENSAMIENTO A LA OBEDIENCIA
A CRISTO, y para ello
I DEBEMOS ESTAR CONCIENTES DE LA
OMNICIENCIA DE DIOS.
Dios conoce todo pensamiento y
nada está oculto para Él, en
Sal 94.11 se lee
"Jehová conoce los pensamientos
de los hombres";
en 139.2, 4,23 leemos "Tú has
entendido de lejos mis
pensamientos (...) pues aún no
está la palabra en mi lengua y
tú ya, Jehová , la sabes
toda...Examíname, Dios, y conoce
mi corazón; pruébame y conoce
mis pensamientos."
Este debería ser argumento
suficiente como para que todos
sometiéramos nuestra mente al
Señor, Dios sabe exactamente lo
que usted está pensando: cada
vez que venga cualquier
pensamiento pecaminoso recuerde
que Dios sabe lo que hay en su
mente.
Por experiencia personal digo
que resulta vergonzoso el darse
cuenta que hemos sido
sorprendidos teniendo malos
pensamientos, situación que
lleva a dejar de pecar. La
Palabra de Dios es rica en
argumentos de excelencia para
hacer entender a la humanidad,
por ello es que aunque el
argumento anterior ya es
suficiente, aun se nos concede
otros.
2Co 5.10 "Porque todos tenemos
que presentarnos ante el
tribunal de Cristo, para que
cada uno reciba lo que le toca,
según lo bueno o malo que haya
hecho cuando estaba en el
cuerpo."
Ec 12.14 "Pues Dios traerá toda
obra a juicio, juntamente con
toda cosa oculta, sea buena o
sea mala."
Ro 14.12 "De manera que cada uno
de nosotros dará a Dios cuenta
de sí".
Estos pasajes bíblicos revelan
claramente que Dios ha
establecido que debemos dar
cuenta de todo pensamiento,
palabra y acción.”
Piense, ¿cómo se sentirá aquel
día en que Dios le demande
públicamente por esos
pensamientos desagradables a Él,
y que usted mantenía escondidos
en el lugar más recóndito de su
mente?
II DEBEMOS TENER PRESENTE QUE LA
MENTE ES UN CAMPO DE BATALLA;
los pensamientos pecaminosos no
son por casualidad, es un flanco
que nuestro enemigo ataca
estratégicamente. La lucha es
contra la naturaleza pecaminosa
en el ser humano y contra las
fuerzas satánicas.
En Ef 6.12-13 se puede leer
"porque no tenemos lucha contra
sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las
tinieblas de este mundo, contra
las huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la
armadura de Dios, para que
podáis resistir en el día malo
y, habiendo acabado todo, estar
firmes."
En Mt 4.3-11 el evangelista nos
relata uno de los momentos en
que nuestro enemigo pretendió
hacer caer en pecado al Señor
Jesús, teniendo una absoluta
derrota.
Hay que resistir con firmeza y
rechazar el mal y los
pensamientos impuros en el
nombre del Señor Jesucristo.
Veamos cuál es la base bíblica
para tal afirmación:
Stg 4.7 nos insta "Someteos,
pues, a Dios; resistid al
diablo, y huirá de vosotros."
Col 3.17 "Y todo lo que hacéis,
sea de palabra o de hecho,
hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias al
Padre por medio de él".
Nunca olvidemos que el cristiano
se aferra a la victoria de
Cristo a través de la sangre del
Cordero, el testimonio que da y
la respuesta negativa continua
al diablo, a la tentación y al
pecado.
Tit 2.11-12 "La gracia de Dios
se ha manifestado para salvación
a toda la humanidad, y nos
enseña que, renunciando a la
impiedad y a los deseos
mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente."
Ap 12.11 "Ellos lo han vencido
por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del
testimonio de ellos, que
menospreciaron sus vidas hasta
la muerte"
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