No te Afanes
Marta, Marta, no te afanes; veo que estás muy procupada. ¿Tú no ves que Yo he venido para servirte, mi amada?
Descansa un poco, reposa y gózate en mis Palabras; ellas son pan al hambriento y al sediento es como agua.
Si observas a tu hermanita, a mis pies cayó postrada; escogió la buena parte que no le será quitada.
Por eso, Marta querida, echa sobre Mí tu carga y entonces podrás vivir trabajando y descansada.
Tengo planes para ti; has sido seleccionada, pues muy pronto tú has de ver mi gloria manifestada.
Quita la piedra, no dudes, cree en Mí y en mi Palabra; Me debo glorificar ... No te afanes, ven, descansa.
-- Zaida C. de Ramón --
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