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Asunto: MALDICIONES GENERACIONALES.
MALDICIONES GENERACIONALES.
Por: María Elena de Lambaren
DEUTERONOMIO 5:9 No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.
Como verán aquí nos dice que Jehová visita la "maldad" o sea la maldición, de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen. Una maldición recae en una familia entera por varias generaciones hijos, nietos, bisnietos, y tataranietos de todo aquel que no aceptó a Dios en su vida y que le aborreció. El que vive sin Dios y sin amor está destituido de la gracia bendita de Dios, por lo tanto arrastra una maldición generacional y no será bendecido nunca mientras viva sin Dios al menos no tendrá bendiciones espirituales.
Podemos ver que hay pecados que persisten en una familia por generaciones, si hay un homosexual, habrá no solo uno, sino se repetirá varias veces en la misma familia, si hubo un adicto a las drogas, varios de sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos también serán adictos en esa familia, algún borracho de igual forma, si prevalece el mal carácter, serán varios los mal geniudos en esa familia, si hay flojos a los que no les gusta trabajar se repetirá en el entorno familiar por varias generaciones, si hubo enfermos de cáncer se repetirá por varios de ellos.
Muchas veces hemos visto que las personas dicen es igualito a su papá en el carácter, o tal vez hemos escuchado mi papá murió de cáncer y un hermano también, igual a mí ya me va a dar lo mismo. Algunas otras veces vemos que en una familia se da la pobreza en todas las generaciones y vemos que nunca avanzan siempre son y han sido pobres, algunos otros viven en la miseria en cuartuchos de vecindad y por generaciones la situación es la misma para esa familia.
Estamos viviendo en tiempos de la gracia, en los cuales puedes aún doblar tu rodilla y confesar tu pecado, pedir perdón por el arrepentirte de todo corazón y serás perdonado por Dios, romper cadenas de opresión en el nombre glorioso de Jesucristo, en ese momento caen las cadenas de maldición generacional, se desmenuzan los grilletes, y eres libre por gracia de Dios, rompes esa atadura con la que el enemigo tiene atada a tu familia y la ha tenido atada por décadas, si entendieran lo sencillo que es, con tan solo doblar tu rodilla y confesar que Jesús es tu Salvador se cubrirán multitud de pecados.
Tuya es la decisión, tú puedes hacer mucho por ti y por los tuyos en este mismo instante, de no ser así, entenderás el porqué el dinero no te alcanza, el porqué tienes hijos borrachos o adictos a una droga, o tal vez son varios los homosexuales en tu familia, quizás se repite la generación de madres solteras o abandonadas en tus familiares más cercanos, serás y seguirá tu familia en una maldición que será arrastrada por varios de ellos.
La palabra nos narra:
Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
¿Aún no le acepta en su vida, no le ha dejado entrar en su corazón?
Entonces está destituido de la gracia de Dios, y estos pecados serán una grave consecuencia y se darán repetidamente en los miembros de sus familiares. El Señor no entra en un corazón a la fuerza, el toca si alguno le escucha y le abre la puerta de su corazón y de su vida, entonces el Señor entra como Rey y hace un trono en su corazón y en su casa, no entrará si usted no abre esa puerta para que Él entre.
Vemos que la palabra dice: que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, De todos los que no abrieron esa puerta de su vida para que entrara el Rey de Reyes y Señor de Señores, hablamos de toda una generación que no aceptó a Jesús como su Salvador, y por lo tanto no tiene la cobertura divina de su sangre preciosa derramada en la cruz del calvario. Desea usted bendición de Dios en su vida, Haga pacto ahora mismo con Él, déjele entrar a su corazón y cubra multitud de pecados en sus familiares, si no lo hace así, esa maldad se repetirá sobre toda su descendencia, esto es en: 1.- hijos, 2.- nietos, 3.- bisnietos, 4.- tataranietos.
Vivir sin la protección divina es terrible, no hay bendición en ningún aspecto, ni en el terreno económico y financiero (cuentas de cheques, inversiones, algunas propiedades) en el terreno profesional y laboral que pueda usted ser un profesionista en su familia, en la salud que no padezcan enfermedades malignas y si la padece que allí mismo sean cortadas y que nadie las herede. Sin Dios no hay felicidad se pierde el gozo y entusiasmo por vivir, muchos ahora le llaman depresión, ha escuchado de la depresión post- parto, como es eso si cuando una mujer da a luz se olvida el dolor del parto por el gozo de haber traído al mundo a un bebe, no deje que estas maldiciones prevalezcan en su vida y la de los suyos por mucho tiempo, la Biblia nos habla de generaciones rómpalas ahora en el nombre precioso de Jesús.
Le tengo muy buenas noticias, es cuestión que medite en todo esto, y que haga pacto con Dios el pacto de amarlo, honrarlo, obedecerlo, y aceptarlo solamente a Él como su Salvador y Dios. Así serán rotas las cadenas en el momento mismo de que entre como Rey a su vida.
Es necesario aceptar a Cristo para que las generaciones postreras no tengan que cargar con una maldición que nos les corresponde, porque cargar con un pecado que ellos no han cometido, que se cometió por otro y en otro momento. ¿Cómo se rompe? Sencillamente con aceptar a Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo que es nuestro consolador.
Nos narra la palabra: 2a de Corintios 5:15-21
15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. 16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. 17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Apreciable hermano y amigo (a) Muy sencillo, es necesario reconciliarse con Dios, reconocer esos pecados ocultos, confesarlos, y pedir perdón por ese grave pecado, para que esta maldición no genere consecuencias graves en tu vida y en tu entorno familiar, nos damos cuenta de la importancia que tiene la reconciliación con Dios, y para que nada malo acontezca a nuestros seres amados y estén bajo la cobertura de nuestro Dios y protegidos con la sangre preciosa de Jesucristo, necesariamente debes hacer este sencillo autoanálisis, reconcíliate inmediatamente con Dios. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Verás de inmediato la diferencia, el cambio debe ser radical, todo absolutamente cambiará para bien de todos, serás bendecido, a ti no tacará el mal, y Dios derramara bendición hasta que sobre y abunde en la vida del que se ha arrepentido de todo corazón, viviendo en Cristo tendrás una vida nueva, todo lo viejo queda atrás serás una nueva criatura, todo absolutamente todo será nuevo para ti estarás revestido de ropas espirituales, blancas sin mancha ni arruga en tu vida, ahora sabemos que somos justicia de Dios en Jesucristo.
Vivir tomado de su bendita mano hará la diferencia, será una maravillosa experiencia, porque entonces conocerás el verdadero amor que nunca antes habías experimentado, bendición para ti, tu familia, y todo aquel que sea de tu descendencia directa. Predica con el ejemplo, para que todos puedan ver el cambio, que seas grandemente bendecido es en plan de Dios para la vida de cada creyente que va tomado de su mano poderosa, y que habita al abrigo del Altísimo ya que morará bajo la sombra del Omnipotente amén.
Que Dios te bendiga por siempre.
Por María Elena de Lambaren.
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