Las riquezas no son para confiar en ellas

Nuestra confianza está en permanecer en Dios y que nuestra vida esté gobernada
por Su Palabra.

Lectura Filipenses 4.12-13
¹² Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.

Provistos del sentir de Cristo (véase Flp 2:1-5), siempre nos mantendremos humildes, si es que llegamos a ser bendecidos con riquezas.  Aquí se nos asegura que si nuestras vidas buscan la dirección de la Palabra de Dios , entonces, a través de Cristo, podremos disfrutar de bonanza financiera o reveses temnporales, pero nos mantendremos firmes en nuestro vivir, y todo debido a que nuestra confianza descansará solamente en el Señor.

Si la economía se disolviera mañana, el pueblo de Dios no quedaría con las manos atadas, es decir, inactivo, inoperante, porque Dios es nuestro proveedor, nuestro auxilio seguro. El Señor puede guasrdarnos en tiempos de eswcasez, lo mismo que en tiempos de abundancia.

Alimentó a Elías enviándole los cuervos para que le llevaran alimento por la mañana y por la tarde (1 R 17:2-6), y puede hacer la misma cosa ahora.
Dios es el mismo hoy que antes.

Fred Price

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Gracias amado Padre celestial, te doy infinitas gracias en el nombre de Cristo Jesús
por tu amor, tu misericordia, por tu infinita bondad, porque tienes cuidado de mi, porque eres mi buen Pastor y nada me faltará, Tú eres Jehová Jire, nuestro proveedor; tú me bendices conforme tus riquezas en gloria, jamas me desamparas, ni me dejas sola, mi confianza está solamente en ti, mi deber es amarte, serte fiel, obedecerte, amar tus leyes, mandamientos y decretos, buscarte en lo apartado de mi habitación y tu tienes cuidado de mi, de mi familia y mi casa hasta la décima gneración en el nombre de Cristo Jesús yo y mi casa te serviremos. Amén

Perla
Ministerio Mujeres en Victoria

 ¹³ Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.