En todas estas cosas hacemos más que vencer por... medio de aquel que nos amó (Romanos 8.37
Esto es más que una victoria. Es un triunfo tan completo que no solamentte hemos escapado de la derrota y la destrucción, sino que hemos destruido nuestro enemigo y ganado un despojo tan rico y valioso que tenemos que dar gracias a Dios por habernos tenido que enfrentar con la batalla. ¿Cómo podemos ser más que vencedores? Podemos sacar del conflicto, una disciplina espiritual que fortalecerá en gran manera nuestra fe y establecerá nuestro carácter espiritual. La tentaciónes necesaria para afianzarnos y confirmarnos en la vida espiritual. Es como el fuego que quema en los colores de la pintura mineral, o como el viento que hace golpear contra el suelo a los cedros opulentos de las montañas. Nuestros conflictos espirituales se encuentran entre nuestras bendiciones mas selectas y nuestros mayor adversario es utilizado para entrenarnos en su derrota final. Existe una leyendaq acerca de los antiguos pergianos que dice, que cada vez que conquistaban un enemigo, el conquistador absorbía la fortaleza física de su víctima y la añadía a la suya y a su valor. Así también, cuando salimos victoriosos de la tentación, duplicamos nuestra fuerza espiritual y nuestras armas para la lucha. Nos es posible, no solamente el derrotar nuestro enemigo, sino capturarle y hacerle luchar en nuestras filas. El profeta Isaías habla de volar sobre los hombros de los Filisteos (Isaías 11.14). Estos Filisteos eran sus enemigos mortales, pero la figura sugiere, que ellos podrían no solamente conquistar a los Filisteos, sino que los utilizarían también para llevar a los conquistadores sobre sus hombros para obtener otras victorias. De la misma manera que el marinero juicioso puede utilizar el viento contrario para que le lleve hacia adelante, virando y aprovechándose de su fuerza empujadora; así también nos es posible en nuestra vida espiritual por medio de la gracia conquistadora de Dios, el usar las cosas que nos parecen más adversas y desfavorables, para nuestro bien y para Su gloria. Nosotros podemos decir continuamente "Las cosas que estaban contra mí, han acontecido para la extensión del evangelio". Ahora gracias sean a Dios, Quien siempre nos conduce al triunfo con el Ungido, y Quien difunde por medio de nosotros la fragancia del conocimiento de Él en todo lugar." (2 Corintios 2.14)
Mrs. Charles E. Cowman
¿Qué, pues diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros ¿Cómo no njos dará también con él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
No temas, no serás confundido ni avergonzado Dios está contido en todo saldremos triunfantes solo seamos obedientes y acatemos Su Palabra.
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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