Cómo liberar nuestras ideas preconcebideas y aprender a Exaltar al Señor
Salmo 96
Uno de los temas más debatidos en la iglesia de hoy es la adoración.
Lamentablemente, a veces se habla de batallas de adoración para referirse al
conflicto entre los diversos estilos de música y de predicaciones. Tal vez sea
el momento de abrir nuestras mentes, desechar nuestras preferencias, y aprender
lo que dice el Señor. La palabra "adorar" significa en la Biblia inclinarse con
humildad respecto ante un sedr superior.
El objetivo es conocer y exaltaqr al Señor de tasl manera que nos marchemos
transformado0s. Al igual que Abraham, nos humillamos y honramos a Dios creyendo
en Él, obedeciendo sus mandamienots, y no negando nada de Él. (Gn 22.1-18;
He 11.17-19).
El Antiguo Testamento dio normas muy específicas para la adoración, pero
Cristo cambió la forma de acercarnos a Dios al venir al mundo
(He 9.1-15; 10.19-23).
Ahora Cristo nos dice que la única manera de adorar al Señor es en espíritu y verdad
(Jn 4.23-24). Debido a que el Espíritu Santo está ahora dentro de cada creyente
nuestro lugar de encuentro con Dios no es un templo exterior, sino el espíritu
inte4rior del hombre (Fil 3.3), y el sacrificio que ofrecemos somos nosotros
mismos (Romanos 12.1-2).
Ya que el Nuevo Testamento da solo dirfectgrices generales a las iglesias (Hch 2.42),
cada cultura y cada época tiene la libertad de determinar los elementos específicos
de sus reuniones. Sin embargo, el espíritu de nuestras reuniones debe ser el mismo
Colosenses 3:12-16
Aunque no hay prácticas y métodos detallados para la iglesia, el Salmo 96 escribe
la manera de alabar y exaltar al Señor en todos los tiempos.
Pero a vecdes, no glorificamos a Dios cuando nos reunimos con Él. Jesús advirtió
que honrar al Señor con nuestros labios, pero con el corazón alejado deÉl, es
vano (Mr 7:6-13). Si nuestras actitudes son causantes de división, polémicas,
o son egoístaqs, no hemos adorado al Señor (1 Co 11:17-22)
PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR
1. ¿En qué se concentra ustede mientras está en la iglesia: En sí mismo, en sus
prerferencias, o en el eñor? ¿Qué le im;pide concentrarse en Dios? ¿Qué nedcfesita
entregarle.
2. La adoración privada y personal moldea nuestra mente, emociones y voluntade, y nos
prepara para honrar verdaderamente a Dios por medio de la expresión colectiva.
¿Cómo pudiera usted exaltar al Señor cada día con sus pensamientos, actitudes,
palabras y acciones?