EL DELEITE DESARROLLA FIDELIDAD.
David tenía claro lo que eso significaba. No le importaba a el si estaba cuidando ovejas ajenas o si iba a tocar frente al rey Saul, el se gozaba lo que hacia, porque lo hacia para Dios.
Hemos de hacer de Dios el deleite de nuestro corazón, y así tendremos lo que nuestro corazón desea. No nos promete satisfacer los apetitos del cuerpo, sino concedernos los deseos del corazón, todo aquello a lo que aspira lo más íntimo de nuestro ser. ¿Cuáles son los deseos de una buena persona? Conocer y amar a Dios, vivir para él, agradarle y agradarse en El.
Creo que la clave es entender que todas las cosas que hagamos debemos hacerlas como para Dios, y eso nos ayudara a deleitarnos y sentirnos placenteras en todo momento.
Muchas veces solo nos sentimos satisfechas y como cumpliéndole a Dios con venir a los cultos, cantar alabanzas, adorar, pero en realidad no esta puesto nuestro deleite en El.

Todas conocemos la historia de Ana, que iba religiosamente al templo todos los años, sin embargo no se deleitaba en ello. Dios no le concedía el deseo de su corazón, porque en el fondo ella solo iba a descargar su amargura delante de Dios. No fue sino hasta que reconoció que ella quería un hijo para dárselo como ofrenda que Dios oyó su clamor.
El venir a derramarnos delante de Dios, esta bien, es necesario que derramemos nuestra alma y nuestro corazón delante de su presencia y le expongamos nuestras necesidades, pero no debemos perder el gozarnos en su presencia a pesar de todos los problemas y necesidades que tengamos.
Cuando Dios mira nuestro interior y ve que realmente es un placer para nosotros estar en su presencia, adorarle, alabarle, sin que nos importe nada mas en ese momento, es entonces cuando el ve cuales son nuestros deseos mas íntimos y los concede.
No solamente debemos deleitarnos en Dios, ese es el principio para una vida rica en El, sin embargo, debemos sentir deleite en todas las áreas de nuestra vida.
Hay muchas cosas de la vida cotidiana que nos pueden causar deleite, para cada una serán diferentes cosas. Para mi puede ser deleitoso trabajar, dormir, leer, ir a tomar un café con alguna amiga, ir a la playa, no se, tantas cosas que al ser todas diferentes nos pueden causar deleite. Lo que para usted puede ser placentero para mi puede ser una tortura. Por ejemplo, a mi esposa y mis tres hijos les encanta ir al mar, a mi no me gusta, para mi es un sacrificio ir. Sin embargo todas las veces que hemos ido, he tratado de deleitarme en eso, aunque no es de las cosas que mas prefiero, pero busco hacer cosas que me gustan, me llevo un libro, o me pongo a pintar, o a bordar debajo de una palmera, no se, busco hacer cosas que me sean agradables sin echarles a perder el día a ellos protestando y quejándome por estar en un lugar que no me gusta.
Col 3:23 Todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no a los hombres




