1. En 1 Juan 4:18 leemos que el temor (destructor no proviene de Dios) “En amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor: porque el temor tiene pena. De donde el que teme, no está perfecto en el amor”
   
   
2. El temor proviene del diablo, pues su origen es espiritual, pero del lado del mal
   En Efesios 6:16 se nos dice: "sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno". Uno de los dardos o flechas que el enemigo nos tira es el temor. El Salmo 18:4-5 dice; " Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron, Dolores del sepulcro me rodearon, me previnieron lazos de muerte. En mi angustia invoqué á Jehová, Y clamé á mi Dios: El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, á sus oídos. Y la tierra fué conmovida y tembló; Y se movieron los fundamentos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él”
   

1. Buscar a Dios
   
   La única solución siempre consiste en buscar primero al Señor. Todo lo demás que hagamos para intentar vencer al temor son paliativos momentáneos pero nunca quitaremos su raíz destructora para nuestro espíritu, alma y cuerpo. El Salmos 34:4 dice: "Busque a Jehová y el me oyó, y me libro de todos mis temores"
   
   Como cristianos podemos enfrentar y vencer cualquier temor, todo temor con la ayuda del Señor. Para vencer a un enemigo espiritual (el temor proveniente del diablo) se necesita de Alguien superior, que es el Señor Jesucristo. Buscar a Dios es la única alternativa para todo aquél que quiere vivir libre de todo temor.
   
   La búsqueda de Dios trae sus beneficios:
   
   
   
   1. Nos da paz interior. Juan 14:27 dice: "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo"
      
      
   2. Nos da fe. El Salmos 27:1 dice: "Jehová es mi luz y mi salvación; ¿De quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿De quién he de atemorizarme?
      
      
   3. Nos da una actitud diferente para enfrentar la vida diaria. Josue 10:25 dice: "No temáis, ni os amedrentéis, sed fuertes y valientes..."
      
   
   El buscar a Dios nos ayudara a vivir en paz, con fe y confianza en el Señor y con una actitud diferente en medio de la atmósfera pesada de temor que cubre el mundo en que vivimos.
   
   
2. Atar, reprender y echar fuera al espíritu de temor, en el Nombre de Jesucristo
   
   No tenemos porque tolerar ni permitir que la atmósfera pesada, negativa, destructiva del temor nos haga ver la vida diferente de como Dios quiere que la veamos. Debemos hacer nuestra parte para impedir que todo espíritu de temor invada nuestra vida, familia, ambiente laboral, la escuela y aún la iglesia local.
   
   En Josue 1:9 leemos: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente: no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios será contigo en donde quiera que fueres”
   
   
3. Morando bajo la sombra del Omnipotente
   
   En el Salmos 91:1-16 Jehová nos dice:
   91.1 El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.
   91:2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
   91:3 El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.
   91:4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad.
   91:5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día,
   91:6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya.
   91:7 Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
   91:8 Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos.
   91:9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación,
   91:10 No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.
   91:11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti; Que te guarden en todos tus caminos.
   91:12 En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra.
   91:13 Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.
   91:14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.
   91:15 Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
   91:16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación.
   
   
4. El temor del hombre
   
   1 Reyes 19:4 Y el se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel lo tocó, y le dijo: Levántate, come. Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta. Se Levantó, pues, y comió y bebió, y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.”
   
   Podemos ver que el gran temor que tenia Elias a Morir en manos de sus enemigos lo hizo recorrer grandes distancias y ya debilitado se recostó debajo del enebro y le suplica a Dios que mejor le quite la vida, y se duerme esperando que Dios lo complaciera en esto, pero Dios tenía otros planes para su vida.
   
   Salmos 111:10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; Su loor [alegría] permanece para siempre”
   
   El temor es un gran miedo o aprensión. También se define como sospecha, desconfianza, duda y turbación. Se describe como una perturbación angustiosa del ánimo El temor puede producir horror o puede producir reverencia, dependiendo de a quién se teme. La Biblia menciona al menos 158 veces la palabra temor, y claramente se diferencian entre el temor reverente a Jehová, del espíritu de temor.
   
   El temor a Jehová: Produce obediencia a sus mandamientos, y se reconoce por sus buenos frutos, sus obras, y asimismo, Dios les concede la paz a todos los que le temen reverentemente.
   
   Proverbios 1:7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza
   
   Proverbios 1:33 Más el que me oyere, habitará confiadamente Y vivirá tranquilo, sin temor del mal.
   
   Cuando el hombre teme a Jehová, y cree toda Su palabra como verdadera, pone en práctica sus mandamientos, vive confiado sabiendo que tiene un Dios soberano, Omnisciente y Omnipotente, siempre presente en nuestra vida. El hombre o mujer que temen a Jehová, obedecen sus mandamientos, y esto les libra del temor del hombre común que vive sin Dios.
   
   ¿Haz experimentado tú la paz de Dios sobre tu vida? El saber que mientras nosotros obedezcamos y temamos al Dios de Israel, no debemos temer nada de lo que el hombre, o Satanás quieran hacernos. Pues el Temor de Dios nos protege de manera sobrenatural, y ni Satanás ni el hombre pueden quebrantar al hijo de Dios que está viviendo en obediencia a Dios.
   ¡Aleluya!
   
   
5. Los que desobedecen a Dios no serán bendecidos con la Paz de Dios:
   
   Proverbios 1:27-31 “Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; Cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, Y menospreciaron toda reprensión mía, comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos”.
   
   El espíritu de Temor: Es aquel que paraliza los huesos, que produce perturbación, dudas, sospechas y desconfianzas. El espíritu de temor opera en los hombres que no creen en toda la palabra de Dios como lámpara a sus pies. Cuando el hombre duda, el temor se apropia de él. Por lo tanto, la fe y el temor de Dios nos protegen del Espíritu de temor. Toda aquella persona que ande en abierta rebeldía contra Dios, y que ha escogido el camino del mal, brujerías, hechicerías, satanismo, y cosas similares a estas, sabe muy bien lo que es el temor del hombre.
   
   Proverbios 29:25 El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado
   
   Job 3:25 Porque el temor que me espantaba me ha venido, Y me ha acontecido lo que yo temía.
   
   En el mundo existe una cultura al temor que eriza los pelos de punta. Es el temor del hombre al que se le da culto. Películas de horror, culto a los muertos, halloween, historias de terror, brujerías, y cosas similares a esas, todo tiene su origen en Satanás quien sabe que el miedo paraliza a la gente, y cuando una persona está aterrorizada, demonios de temor
   pueden entrar a esa persona, y habitar en ella. Esto es la base del terrorismo que tiene azolados a los países hoy en día.
   
   El terror produce parálisis, y la parálisis produce que la gente baje la guardia y tema. Esto les roba la paz.
   
   Job 18:11 De todas partes lo asombrarán temores, y le harán huir desconcertado.
   
   Si tú como cristiano has participado de películas, libros, festividades u otro tipo de actividades que den culto a la muerte, al miedo, al horror, necesitas arrepentirte de ello y renunciar a sus frutos y su obra en ti. Dios te quiere libre y quiere que tu temor sea reverente a El, pero el temor del hombre ha corrompido el significado del temor a Jehová, que es
   bueno y produce paz. Por eso necesitas arrepentirte y pedirle a Dios.
   
   Para ser libres del temor, lo único que necesitas, después de haberte arrepentido, es el amor de Dios en tu vida, y la obediencia a Su palabra.
   
   Salmos 27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?
   
   Salmos 34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores.
   
   Dios nos guarda del temor del enemigo, su Poder sobrenatural sobre nosotros nos da la paz y seguridad que anhelamos. El amor de Dios cubre la multitud de nuestros pecados, y el amor de Dios echa fuera el temor.
   
   Proverbios 3:24 Cuando te acuestes, no tendrás temor, Sino que te acostarás, y tu sueño será grato.
   
   Proverbios 3:25 No tendrás temor de pavor repentino, Ni de la ruina de los impíos cuando viniere,
   
   La palabra de Dios está llena de esperanza para los creyentes. Por ello, nosotros no debemos corromper nuestros sentidos dando lugar al temor del hombre común. No debemos, como hijos de la luz, andar ni participar en tinieblas. Debemos decirle no a las ofertas del mundo, a la cultura del terror, orar por las naciones para que el amor de Dios eche fuera el terror que los azota.
   
   La obediencia a la Palabra de Dios en las iglesias produce la paz y armonía dentro del cuerpo de Cristo. La iglesia que tiene temor reverente a Jehová, obedece sus mandamientos, recibe como premio vivir confiadamente tomados de la poderosa mano de Dios.
   
   2 Cronicas 7:14 “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”.
   
   Hechos 9:31 “Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo”.
   
   2 Corintios 7:1 “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios”.
   
   El arrepentirnos de toda obra mala, de toda desobediencia y rebeldía a la palabra de Dios, nos produce santidad y la santidad produce el temor reverente a Dios que necesitamos para ser libres del temor del hombre.
   ¡Aleluya!
   
   Hebreos 5:7 “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente”.
   
   Jesús nuestro Señor nos puso el ejemplo. Nosotros debemos seguirlo y orar por todos aquellos que sufren persecuciones, horrores y todo fruto del temor. Nosotros los cristianos tenemos el amor de Dios en nosotros. Sólo el amor de Dios puede echar fuera el temor, y cuando obedecemos a Sus mandamientos con reverencia, estamos manteniéndonos firmes en la Promesa.
   
   1 Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
   
   Conduzcámonos en todo tiempo como hijos de Dios, viviendo confiados en sus Promesas, y no dando pie al temor, pues como dice la escritura, lo que el hombre teme, eso le vendrá. Lo único que debe regirnos es el temor reverente a Jehová de los ejércitos, quien a cambio nos dará protección, paz, consuelo y vida eterna en Su hijo Jesucristo. Andemos como hijos de luz, amándonos unos a otros y sometiéndonos unos a otros en el temor de Jehová. Si conoces a alguien que sufre de terrores nocturnos, persecuciones, paranoias o cosas similares a estas, dile las buenas nuevas: El amor de Dios y la obediencia a Su palabra echarán fuera todo el temor.
   
   Lucas 1:74-75 “Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días”.
   
   Salmos 91:5-6 “No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya .Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará”.
   
   Salmos 4:8 dice: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”.
   
   Salmos 5:11-12 Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.
   
   Apocalipsis 21:4-8 “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”.
   
   
6. Necesitamos utilizar la autoridad espiritual que tenemos en Cristo Jesús.
   
   En Efesios 5:11 leemos: "y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas sino mas bien reprendedlas".
   
   Cuando perciba espiritualmente que una nube negra de temor quiere invadir su vida, casa, lugar de trabajo o dondequiera se encuentre, no se quede pasivo sino actúe con valentía espiritual. Diga con fe: - Espíritu de temor que me quieres invadir, te ato, te reprendo y te impido en el Nombre de Jesús que me molestes, ¡Fuera de aquí en el Nombre de Jesucristo! Soy un/a hijo/a de Dios y yo vivo solamente bajo la mano poderosa de mi Dios - Luego ore diciendo: - Espíritu Santo llena en este momento mi corazón, mi cuarto, mi oficina, mi auto, etc. con tu presencia, para que pueda vivir con tu paz interior. ¡Lo declaro hecho en el Nombre de Jesús! - Manténgase luego alabando y adorando al Señor, porque El constantemente tiene cuidado de su vida.
   
   Es posible vivir sin temor en un mundo de terror. Vivimos tiempos difíciles. Tomemos como cristianos los Recaudos o sea las precauciones espirituales necesarias y experimentaremos el favor y la bendición de Dios.
   

Dios les bendiga. Naci en un hogar Cristiano por la gracia de Dios, le sirvo al señor desde hace 9 años cuando decidì que el hecho de haber nacido y crecido en un hogar cristiano solamente era una ventaja para mi pero que mi salvaciòn debia ganarmela personalmente y entoces decidi que los talentos que Dios me ha entregado los tenia que poner a trabajar para poder rendir cuentas cabales cuando el venga por su Iglesia, una Iglesia sin manchas ni arrugas.

Ever