Tomen mi yugo
Jesús invita a todas las personas cargadas a venir a Él para descansar, aunque muchas veces no entendemos lo que está ofreciendo. Cuando las tensiones y los problemas nos abruman, la reacción más natural es pedir alivio a Dios: “Señor, no puedo más con esto. Te lo voy a dejar a ti”. Después de arrojar la carga como una bolsa de basura, nos marchamos, pero sin haber sido cambiados por dentro.
Dios no trabaja así. La invitación de Cristo es que usted se una en yugo con Él para que puedan caminar y trabajar juntos. Él no quiere sólo su carga; ¡le quiere a usted! El yugo de Cristo es un símbolo de discipulado caracterizado por la sumisión y la obediencia a Él.
El propósito de Dios no es simplemente dar alivio, quitándole una prueba o una aflicción pesadas; el Señor anhela atraerle a Él para tener una relación íntima y de confianza. Quienes aceptan su oferta son transformados, y no volverán a su sus viejos caminos. La manera de hacer menos pesada la carga comienza cuando se aprende a conocer y entender al Señor.
La carga no es necesariamente quitada, pero nuestros pensamientos y respuestas son transformados cuando comenzamos a amarlo, confiar en Él, creer en sus promesas y fiarnos de su poder. Luego, cuando el peso de la aflicción pase de nuestros hombros a los suyos hallaremos alivio, aunque la situación pueda seguir siendo la misma.
Llevar el yugo de Cristo da como resultado paz en el alma. Es posible que las presiones de la vida no disminuyan, pero si tiene una unión íntima con Jesús, su alma estará libre de la turbadora ansiedad, y la paz de Él reinando en su corazón. Busque su yugo; no tiene nada que perder —excepto su cansancio— y mucho que ganar.
Dr. Charles F. Stanley Mateo 11.28-30
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;A)">(A) 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. En contraste conla pesada carga del legalismo judío, Jesús convoca a una relación abierta, libre y leal (mi yugo). Que permite observar la rectutud de la ley (mi carga)
Todo es posible con Cristo Jesús,
Perla
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