El Enojo es contagioso
El enojo además de causar estragos en el cuerpo y en el alma, alcanza a todos lo que estén cerca. Los estallidos de ira y el resentimiento silencioso no se limitan sólo a la persona que los padece.
El espíritu de enojo es contagioso. Pasa de una persona a otra, y de una generación a la siguiente. Los lugares de trabajo pueden convertirse en ambientes tensos, llenos de palabras y actitudes dañinas. La ira convierte a los hogares en campos de batalla y de hostilidad. Incluso las iglesias sufren por causa de la chismografía maliciosa, y de conflictos por causa de preferencias personales.
Dios nos creó para vivir en comunión unos con otros, pero la ira puede envenenar nuestras relaciones. Por desgracia, los más cercanos a nosotros son los que más sufren. Los niños aprenden a responder a las situaciones de la vida viendo el ejemplo de sus padres, desarrollando sus mismas conductas e iguales ejemplos de comportamiento.
Tenemos que reflexionar seriamente sobre qué tipo de actitudes estamos transmitiendo a nuestros hijos.
Afortunadamente, Dios está dedicado a cambiar los corazones. Así como aprendemos a airarnos viendo el ejemplo de una persona, podemos aprender a actuar correctamente caminando estrechamente con el Señor. Cristo nos llama a venir y a aprender de él, para hallar descanso para nuestras almas (Mt 11.28, 29).
¿Qué prefiere usted: la ira que ciega, o la paz de Cristo? Ambas requieren un sacrificio. Para mantener el enojo, quizás tenga que renunciar a algunas amistades y a un legado piadoso para su descendencia. Pero, para tener paz, pídale al Señor que le ayude a dejar en su altar su resentimiento, sus derechos personales y sus agravios.
Dr. Charles F. Stanley
Proverbios 22.24, 25 24 No te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, 25 No sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma. No permitas vivir amargado, perdona y olvida las ofensas echa fuera todo resentimiento, elmás afectadoserás tú mismo, pues la persona que te ofendió, ni se acuerda de eso. Perdona y serás libre tú y la otra persona también para poder tener un genuino encuentro con Jesucristo y vivir una vida en abundancia, debemos de tomar la decisión de perdonar y viviremos con paz y gozo todos los días de nuestra vida en esta tierra, y nos preparamos para la vida eterna. Un abrazo,
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