Deje de hacer lo que está mal
En el preciso segundo en que piense o haga cualquier cosa contraria al corazón de Dios, deténgase de inmediato! (Tal acción es fundamental para poder entrenar su corazón a que responda a Dios). Sólo póngale freno a la actividad. Si es el chisme, deténgalo. si es un pensamiento no digno, deténgalo (Fil 4.8). Si hay una chispa de enjojo en su corazón, deténgala antes que actúe al respecto. Si ya ha dicho una palabra que no edifica, deténgase antes que diga otra. Si le ha dicho que sí a algo, pero no siente paz por la decisión, deténgala. O si se ha involucrado en una situación que resultó ser algo que usted no planeaba. deténgala y sálgase de ella!
Confiese cualquier cosa mala. Debido a que Cristo cubrió nuestros pecados por su sangre por medio de Su muerte, usted y yo somos perdonados (Puede que nosotras no nos sintamos perdonadas, pero usted y yo sólo necesitamos saber que lo somos). Sin embargo, aún seguimos pecando. Así que, cuando hago algo contrario a la Palabra de Dios, lo reconozco en mi corazón: "Esto está mal, es pecado! Yo no puedo hacer esto!" Después de todo: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros" (1 Jn 1.8). Así que yo llamo al pecado "pecado", y al hacer esto entreno mi corazón a responder a la convicción del Espíritu de Dios.
Cuando usted y yo confesamos nuestros pecados de esta manera. Dios "es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Jn 1.9), y mientras más rápido lo confesemos mejor. Cuando confiese sus pecados, asegúrese de rechazarlos también! (Proverbios 28.13 nos advierte, "El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia (énfasis añadido). No sea como el campesino que dijo:
~Quiero coanfesar que le robé heno a mi vecino. Y cuando el pastor le preguntó: ~¿Cuánto robo? El campesino le respondió: ~Robe medio fardo, pero vamos a dejarlo en un fardo entero, ya que esta noche regreso por la otra mitad.
Elizabeth George
Amado Padre, te rogamos que nos des discernimiento, te rogamos en el nombre de Tu Hijo Jesucristo que seamos rapidos en rechazar el pecado, que de inmediato confesemos todo aquello que nos pueda separar de Ti, que sea Tu Santo Espíritu obrando en nosotros para que no retracemos el pedir perdón y revocar de inmediato todo decreto que levantemos contra nuestros semejantes, toda palabra ociosa quita de nuestra boca, pon una brasa ardiente y pon guarda en nuestros labios, te lo pedimos en el nombre de Cristo Jesús, Amén
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