¿Por qué dices que Dios no te
escucha?
por Jose Alfredo Liévano
Jamás pienses que Dios NO te
escucha cuando estás pasando
situaciones extremadamente
difíciles... Situaciones en las
que no ves ni tan
siquiera un rayo de
esperanza... Situaciones en las
que no puedes avanzar en aquello
que te habías propuesto...
Situaciones en las que vives en
carne propia el dolor de los
golpes ocasionados por diversas
circunstancias de la vida...
Situaciones en las que percibes
la enorme presión de muchas
personas que no te hacen
agradable el momento...
Situaciones en las que sientes
que estás “en el
fondo” de un problema
en el que definitivamente no le
encuentras salida.
No pienses que Dios no te
escucha. ¿Sabes por qué? Dice el
Señor Jesús que hasta los
cabellos de nuestra cabeza están
contados por nuestro Padre. Esto
quiere decir que el conoce hasta
el útlimo detalle de lo que te
está aconteciendo hoy,
justamente en este instante.
Entonces, si lo sabe por qué no
hace nada?
Esa misma pregunta se pudo haber
hecho el apóstol Pablo y Silas
cuando estaban presos en el
calabozo más profundo de la
cárcel.
Te transcribo aquí este
episodio:
Y se agolpó el pueblo contra
ellos; y los magistrados,
rasgándoles las ropas, ordenaron
azotarles con varas. Después de
haberles azotado mucho, los
echaron en la cárcel, mandando
al carcelero que los guardase
con seguridad, el cual, recibido
este mandato, los metió en el
calabozo de más adentro, y les
aseguró los pies en el cepo.
Hechos 16:22-24
Que te parece? Pudiera darse la
impresión que Dios no estaba con
ellos; que ni siquiera estaba
enterado por lo que estaban
pasando.
Analicemos los textos anteriores
para que después veamos más
adelante el milagro que Dios
hizo… Mira todo lo que estaban
pasando:
El pueblo se agolpó en contra de
ellos. Es decir que toda la
multitud estaba en contra para
lincharlos. Imagínate qué dolor
ante cada golpe. Los Magistrados
les rompieron la ropa y dieron
la orden de azotarles con varas.
Nadie podía abogar por ellos en
ese momento, pues hasta las
personas influyentes estaban de
acuerdo de tal acción.
Que feo es que después de haber
sido linchados por una turba,
enfrentaran ahora el golpe de
las varas que no fueron unos
pocos; fueron muchos los golpes.
Y como si fuese poco, los
condujeron a la cárcel. Nada ni
nadie podía detener el propósito
determinante para que se
pudrieran en la cárcel.
Humanamente hablando era
totalmente imposible que
salieran de ese lugar. Todo
estaba en contra de Pablo y de
Silas. Que terrible es que
además que estaban en el
calabozo de más adentro, estaban
con los pies amarrados en el
cepo.
Solo imagínate un lugar
totalmente oscuro, incómodo, mal
oliente, doloroso; yo me imagino
que debido a los golpes, las
heridas les dolían y estaban
comenzando a infectarse, lo que
pudo haberles traído una fiebre
intensa.
Cualquiera hubiese podido pensar
y preguntarse. Bueno. Y qué,
acaso no está Dios conmigo? Que
acaso no se da cuenta de lo que
me pasa? Para qué voy a orar si
no voy a recibir respuesta?
Quieres ver cual fue la reacción
de Pablo y Silas?
Veámosla:
Pero a medianoche, orando
Pablo y Silas, cantaban himnos a
Dios; y los presos los oían.
Entonces sobrevino de repente un
gran terremoto, de tal manera
que los cimientos de la cárcel
se sacudían; y al instante se
abrieron todas las puertas y las
cadenas de todos se soltaron.
Hechos 16:25-26
La reacción de Pablo y Silas
fue orar y alabar a Dios.
Cualquiera pudiese haber dicho
que como era posible que a pesar
de estar como estaban, aun así
estaban orando y cantándole a
Dios.
Pablo y Silas tenían la firme
convicción que Dios estaba al
tanto de todo lo que les estaba
aconteciendo con un propósito,
ya que Dios nada hace sin un
propósito determinado. Pablo y
Silas tenían “la firme
convicción” que sus oraciones
estaban llegando ante el trono
de Gracia. Pablo y Silas tenían
la firme convicción que Dios es
poderoso para hacer todas
las cosas mucho más
abundantemente de lo que
pensaban o imaginaban. Pablo y
Silas tenían la firme convicción
que Dios tiene su
tiempo para hacer las
cosas. Pablo y Silas tenían la
firme convicción que a pesar que
no había un rayo de luz de
esperanza, que a pesar que
estaban en la noche más
oscura, Dios haría algo fuerte e
inesperado.
Todo esto se traducía en oración
y alabanza. Oración y alabanza
aunque todo estaba 100% en su
contra. Fue entonces cuando vino
la intervención de Dios…
Permitió que en ese momento un
terremoto sacudiera los
cimientos de la cárcel, al grado
tal que las cadenas se soltaron
y las puertas se abrieron…
Esto te deja una tremenda
enseñanza…
No reniegues ni dudes del poder
de Dios aunque para ti y para
las personas que te rodean
piensen que es demasiado tarde,
aunque veas que todo lo que te
acontece está minando tu vida.
No reniegues ni dudes del poder
de Dios, aunque sientas que has
orado mucho y no has visto
respuesta.
Ora y alaba a Dios con todo tu
corazón, aunque estés en el
calabozo de más adentro, aunque
todos te digan que ya no se
puede hacer nada, aunque veas
que todo ya está perdido, aunque
te tilden de loco/a o
fanático/a, tu ora y alaba a
Dios. Yo me imagino que los
presos que estaban con Pablo y
Silas creyeron que estos siervos
eran locos o masoquistas, pero
ellos comprobaron que Dios obra
de manera inesperada a favor de
aquellos que confían en él de
todo corazón.
Ora y alaba a Dios con todo tu
corazón, con la firme convicción
que Dios hará algo inesperado en
tu vida.
¿Qué hará?
No lo sé… lo único que has de
saber que Dios sacudirá los
cimientos de ese problema que te
mantiene en esa situación sin
salida. Ten la convicción que
las cadenas de dolor se te
soltarán y todas aquellas
puertas que ahora están cerradas
se te abrirán.
Ora y alaba a Dios esperando en
su poder sobrenatural, con la
firme convicción que es rico para
todos los que le invocan.
Todo aquel que en Él
creyere, no será avergonzado
Romanos 10:11
Ministerio Mujeres en Victoria
Somos siervas de Dios que
trabajamos por la restauración
integral del Cuerpo de Cristo
y especialmente en la
restauración de la mujer en
todas las áreas .