Sin flaquear
Léase Hebreos 11.1-7
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
-– Hebreos 11.1 (RVR) CRECÍ y vivo en una casa con habitaciones amplias y ventanas grandes que proveen mucha claridad. En el invierno, cuando las temperaturas están bajas, la humedad en las ventanas se congela, creando con la escarcha lo que parecen unas hermosas flores creadas por un gran pintor. Cuando mis niños eran pequeños, nos maravillábamos con estas figuras hermosas y las disfrutábamos mucho.
Pero aún cuando el frío invierno tiene sus encantos, vivimos con la esperanza de que la primavera se acerca. La nieve se derrite y las flores de escarcha se desvanecen, dando lugar a hermosas flores en el jardín. Los rayos del sol calientan nuestros corazones.
En todas las épocas del año Dios puede renovar nuestro espíritu a través de la belleza de la creación. Nos puede mostrar la presencia amorosa del Creador, no sólo en la naturaleza, sino en cada área de nuestras vidas. Dios renueva nuestra esperanza una y otra vez. Por lo tanto, nos podemos unir al autor de Hebreos al proclamar: «Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza...»(10.23).
Sra. Mariam Altunian (Shumen, Bulgaria)
Oración:
Oh Dios, ayúdanos a mantener firme nuestra esperanza en ti. Amén.
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