Sigue Siendo Cierto
Lectura: Hechos 17:16-31
La Biblioteca Chester Beatty, en Dublí, Irlanda, tiene una amplia colección de fragmentos antiguos de la Biblia, que datan del siglo II. Una de las muestras es una porción de He4chos 17:16.
No obstante, el mensaje que exhibe este antiguo fragmento es tan actual como el de un periódico de hoy. Dice: "Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecia viendo la ciudad entregada a la idolatría" El apóstol estaba enojado por la proliferación de ídolos en la antigua Atenas, y estoy convencido de que hoy se disgustaría con nosotros.
Algunos ídolos que vemos en la actualidad son distintos a los de la época de Pablo. Ya sea que se trate de riqueza, fama, poder, deportes, entretenimientos o política, estos ídolos contemporéneos abundan. Como siempre, nuestro enemigo espíritual, Satanás, busca seducirnos para que nos alejmos del Salvador y adoremos a dioses falsos. Los creyentes no son inmunes; por eso debemos proteger nuestro corazón para no caer en la hipocresía de enojarnos con los incrédulos que parecen adorar cualquier cosa, menos a Dios.
Nosotros también debemos aferrarnos al amor del Señor para alcanzar a aquellos que no lo conocen. Luego, como los creyentes de Tesalónica, debemos volvernos "de los ídolos a Dios, para servir al Dios Vivo y Verdadero" (1 Tesalonicenses 1:9)
William E. Crowder
Amado Padre celestial, en el nombre de tu Hijo Jesucristo, te rogamos que lleves a tu luz admirable si hay algo que ocupe tu lugar en nuestras vidas, si hemos idializado hijos, familia, trabajo, cosas, entretenciones, Padre, nuestro anhelo es darte toda la gloria y toda la honra, reconocemos que no hay otro dios como Tú, que pueda hacer tus obras maravillosas que pueda transformar un corazón como sólo Tú puedes hacerlo. Padre, ayúdanos a visualizar si hay algo que ocupe tu lugar y poder quitarlo de un tajo. Hoy deseamos decirte que te amamos, te adoramos y que sabemos que solamente Tú, Tu amado Hijo Jesucristo y Tu Santo Espíritu son dignos de la suprema alabanza y suprema adoración y que no existe nada ni nadie que pueda recibir toda la gloria, el reino y el poder. Mi alma te alaba y todo mi ser bendice tu santísimo nombre. Amén
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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