¡Amén-Amén! Noticias – En los últimos días se han reportado varias muertes
de personas que se dedican al servicio de Dios, por lo que sus muertes continúan siendo un “misterio”.
El viernes anterior, cuando salía de la oficina donde trabajaba, fue ultimada de varios
impactos de bala Leyla Geraldina Pérez Urbina (28), en la colonia Prado Alto.
En ese momento, la profesional universitaria e hija del pastor de la iglesia “Amigos”,
se hacía acompañar de su cuñado Evin Joel Meléndez.
Los jóvenes fueron interceptados por dos sujetos que comenzaron a dispararles cuando caminaban por una de las calles de esa colonia.
Tratando de pedir auxilio, la víctima, quien era madre de un menor de 7 meses de nacido,
comenzó a gritar, pero eso enfureció más a los delincuentes. En la balacera Meléndez resultó herido, mientras que la dama falleció de inmediato.
De acuerdo a declaraciones del pariente de la infortunada, no se trató de un asalto,
sino que simplemente los atacaron a balazos por razones aún no establecidas.
De igual manera, la noche del domingo, tras culminar la predica, Edmundo Fuentes, se encontraba afuera del “Templo Nueva Jerusalén Pentecostés”, en la colonia Las Vegas, conversando con otras personas.
En ese entonces, los delincuentes les manifestaron a los demás que se apartaran porque no querían hacerles
daño y comenzaron a disparar en contra de Fuentes, quien falleció de inmediato.
Familiares y conocidos de la víctima, expresaron que era un buen líder,
especialmente de jóvenes, pues por varios años se desempeño como pastor de la iglesia.
También el año anterior, en el barrio Río de Piedras, cuando salía de su casa en una camioneta color blanco,
Evelin Suárez (22), quien también era hija del pastor de la iglesia “Luz de Dios”
y que estudiaba la carrera de Derecho, fue ultimada en similares condiciones.
Desde ese momento, sus familiares han pedido explicaciones a las autoridades
sobre su muerte, pero no les dan mayores detalles.
Ante esa situación, Chávez, indicó que no por congregarse a una iglesia, están exentos de ser víctimas de la violencia,
pero que si pueden ayudar poniendo en las manos de Dios a las personas que se dedican a ultimar a seres inocentes.
“No por ser cristianos estamos dentro de una burbuja, para escapar de la violencia,
pues todos estamos expuestos a ser víctimas de la violencia, pero Dios es quien puede hacer que las personas cambien y como miembros de una iglesia, estamos obligados a luchar para que la ola de criminalidad baje, formando hombres y mujeres de bien”.
Después de tres días de haber sido raptados por empleados de una empresa de seguridad,
dos menores de edad, entre ellos el hijo de un pastor de una iglesia evangélica,
en la 27 calle del barrio La Guardia de San Pedro Sula, fueron encontrados muertos en una cañera de la aldea Chotepe en Chamelecón.
El sábado anterior, los adolescentes, luego de salir de una reunión en el templo,
se dirigieron a una pulpería a comprar un refresco, cuando fueron interceptados por los guardias que se conducían en un pick up, quienes en presencia de otros miembros de la iglesia, los golpearon y los amarraron.
Los sujetos obligaron a los menores de 12 y 13 años de edad, respectivamente,
a abordar el vehículo, por lo que desde ese momento comenzaron a buscarlos por diferentes sitios con la esperanza de encontrarlos con vida.
Los infantes fueron encontrados boca abajo, con sus manos atadas hacia atrás y con el rostro cubierto con sus mismas camisas y presentaban varios impactos de bala, así como signos de haber sido torturados.
De acuerdo a Medicina Forense, fueron ultimados el mismo día que fueron raptados, tomando en cuenta su estado de descomposición.
Chávez dijo que el menor de 13 años de edad, es hijo de otro pastor, pero que ambas víctimas se habían criado en hogares cristianos.
“Los muchachos eran personas que se dedicaban al servicio del Señor, pues desde muy pequeños se congregaban en la iglesia en compañía de sus padres; incluso, uno de ellos vivía en las instalaciones del templo porque su familia es de escasos recursos económicos, por lo que también era apoyado por otros hermanos de la congregación”, dijo el acongojado pastor.
El vigilante, quien quedó detenido en condición de testigo, manifestó que recibieron órdenes del gerente de la empresa de seguridad para que acabaran con la vida de los muchachos, pero desconoce los motivos del por qué tomó esa decisión.
Refirió que le prestó su arma de reglamento a otro de sus compañeros, para que disparara en contra de los menores.
Agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC),
allanaron las instalaciones de la empresa de seguridad en busca de los otros vinculados en la muerte de los jovencitos, logrando aprehender a Patrick Farid Fúnez Ramírez (31), encargado de la compañía, quien de acuerdo al testigo fue el que ordenó que fueran ultimados.
También fueron detenidos, Héctor Daniel Obando Pinto (37), Rodrigo Alberto Guerra de León (42),
Marco Antonio Hernández Murillo (25), Miguel Everardo Enamorado Bautista (25) y Óscar Luis Tomé Aguilera (35).
Se les decomisó varias armas de fuego, que supuestamente fueron utilizadas para cometer el doble crimen y un pick up color gris.
Los detectives indicaron que harán las investigaciones necesarias para que el caso sea resuelto,
pues hay pruebas suficientes para incriminar a los guardias, ya que fueron plenamente identificados por testigos.