¿Está entrando por la puerta que lleva a la eternidad?
Ser cristiano no fue fácil para el hombre que pasó muchos años predicando en una pequeña iglesia de un pueblo minero, en el país de Gales. Perdió la cuenta de las veces que tuvo que acostarse sin comer nada. Nadie había sido conmovido para darle algo.
Pasó bastantes horas en oración. No desmayaba en su intento. Al terminar la jornada de las minas, aprovechaba la salida de los obreros para hablarles de Cristo. Pocos le prestaban atención. Estaban más interesados en las diversiones que en atender a un predicador trashumante.
"Vivir a Cristo no es fácil", solía repetir. Y aunque al morir no dejó plantada una enorme iglesia, testimonió con su existencia que llegan al final de la carrera aquellos que se han propuesto vencer, sin permitir que las adversidades les lleven a volver atrás.
Las dos puertas Vivir a Cristo a nuestra manera, aplicando las enseñanzas bíblicas que nos convienen, es tanto como condicionar a Dios para que nos conceda la vida eterna aunque no nos hayamos convertido de corazón.
Sin embargo, cuán equivocados se encuentran aquellos que piensan así. El propio Señor Jesús instó a sus seguidores: "Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella" (Mateo 7:13. Nueva Versión Internacional).
Vivir al Señor Jesucristo implica aprender sus enseñanza y aplicarlas a todo cuanto hagamos. No es fácil. Él jamás dijo que lo sería. Aún así, la clave de todo el asunto está en perseverar. Ir hasta el final. No importa cuántos obstáculos surjan al paso. Nuestra meta debe estar puesta en la vida eterna, que es Cristo...
¿Ya recibió a Jesucristo como su Señor y Salvador? No deje pasar la oportunidad, Ábrale las puertas de su corazón.
Ps. Fernando Alexis Jiménez
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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