Amada mujer en victoria:
Algunas de las mujeres sin nombre de la Biblia son mis heroínas. Entre mis favoritas está la mujer sin nombre de Tebes que literalmente salvó su ciudad (véase Jueces 9:50-57). El malvado rey Abimelec había gobernado con terror por tres años, matando a setenta de sus medios hermanos y destruyendo una villa de mil personas. Su próximo objetivo fue quemar Tebes. Cuando llegaron a Tebes, Abimelec y sus hombres capturaron la ciudad, pero había una torre fuerte en el centro donde los hombres y las mujeres se habían encerrado en el techo. Entonces viene la historia de nuestra heroína "Mas una mujer dejo caer un pedazo de una rueda de molino, sobre la cabeza de Abimelec, y le rompió el cráneo." (v.53).
Entonces el malvado rey le dijo a su escudero "Saca tu espada y mátame, para que no se diga de mí: "una mujer lo mató (v.54). Y el joven lo hizo.
Me gusta esta parte, Abimelec sabía que solo una mujer podía haber usdo estge pedazo de rueda de molino con un hueco circular en el centro porque esto era un utensilio doméstico usado para moler grano, un trabajo de mujer. Un hombre hubiera ataco sin duda con un arma de guerra, como espada o un arco y flecha.
Esta mujer no tenía nada que perder. Ella sabía que iba a morir si no hacía algo, y también su pueblo. Ella usó lo que estaba disponible, un pedazo de rueda de molino. Su objetivo estaba en la mira, era específico. Los resultados: Murió el malvado rey. Ella vivió y su pueblo quedó libre del terror. Podríamos decir que ella dio en el blanco. La raíz hebrea para intercesor o intercesión es paga que significa: "interponerse, asaltar, provocar ruego". Cuando un soldado israelita daba en el centro del objetivo en las prácticas, él gritaba "¡paga!"; la palabra hebrea moderna para dar en el blanco" (Intercessory Prayer (Oración intercesora) de Duth Shetts).
Los intercesores efectivos aprenden a "dar en el blanco" con exactitud en su guerra. Aprendemos a ver las cosas desde el punto de vista de Dios. El nombre del Señor es nuestra torre fuerte si le conocemos a Él. Nos escondemos en Él y estamos seguros (véase Salmo 61.3; Pr 18.10). Esta mujer estaba en el lugar estratégico correcto. La intercesión nos mantiene por el Espíritu en el lugar estratégico correcto. Pero a diferencia de esta mujer, nosotros esgrimimos nuestra arma usando nuestra boca en la intercesión. Por ejemplo:
El nombre de Jesús, nuestra autoridad (Sal 44.1-7; Lc 10.19) La sangre de Jesús (1 Jn 1:7-9) Palmee y aclame (Sal 47:1; Sof 3.14-15) Gócese y alégrese (Sal 126.1-2) Ore según le guíe el Espíritu Santo (Ro 8.26,28; Ef 6.18) Sienta dolor (Sal 126.5) Ayune (Nehemías 1.4-7; Is 58.6; Dn 9.3-5).
Cuando intercedemos por otros, le preguntamos al Espíritu Santo cómo orar. A veces cuando estoy orando me encuentro entre una persona y Dios, rogando a Dios en su nombre; otra veces me encuentro entre esa persona y el demonio, luchando a su favor. Unamos nuestras oraciones con lo que el Espíritu Santo quiere que oremos y demos en el blanco.
Quien Sherrer
Señor, haz de nosotros hombres y mujeres de compromiso que comprendamos que es necesario ponernos en la brecha por Tu pueblo, por nuestros pastores, por los musicos, por los lideres, maestros de escuela dominical, por todos aquellos que aún no te conocen, por los jovenes, niños y todos aquellos que aún están en el vientre de sus madres que profeticemos sobre ellos todo lo que Tu Palabra dice que somos, y aprendamos a pelear la buena batalla. En el poderoso nombre de Jesús de Nazareth. Amén
Fondo hecho por Perla MinisterioMujeresenVictoria
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