La soberanía de Dios
Leer | EFESIOS 1.11
Marzo 8, 2011
Algunas personas no creen que Jesucristo de verdad tenga
el control de sus vidas y de sus circunstancias. Se
enteran de las tragedias en el mundo, y piensan que Él
no es lo suficientemente poderoso para vencer todos los
males. O se topan con lo que parecen ser obstáculos
insalvables en sus vidas, y llegan a la conclusión de
que, quizás, el poder de Dios es limitado.
No entendemos todo lo que sucede en esta vida, pero
sabemos por las Sagradas Escrituras que Dios tiene la
autoridad final: "El Señor estableció en los cielos su
trono, y su reino domina sobre todos" (Sal 103.19).
Pensemos en las implicaciones de largo alcance de estas
palabras. El Señor tiene el control total en todo el
universo; reina sobre todo lo que existe, y su poder es
mayor que cualquier otro poder. Para describir a Dios se
usan con frecuencia los términos omnipotente,
omnipresente y omnisciente. Es decir, nuestro Dios es
todopoderoso, está en todas partes, y lo sabe todo.
Significa que no hay nada más allá de su conocimiento o
de su capacidad para dirigir y controlar.
Y este Dios sin límites, insondable, libre y totalmente
en control, nos adopta como hijos suyos. ¡Qué realidad
tan maravillosa! Al entender esta verdad, la paz y el
descanso inundarán nuestras almas eternamente.
Si usted cree que Dios es todopoderoso, ¿es eso solo
"conocimiento intelectual", o afecta su manera de pensar
y sentir? Cuando entendemos que nada sucede sin el
conocimiento, dirección y misericordioso propósito de
Dios, podemos dejar nuestras preocupaciones y temores, y
experimentar en verdad su paz.
Charles
Stanley
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