La crianza de los hijos con la ayuda de Dios
CUANDO SE TRATA DE CRIAR A LOS HIJOS, NO TRATEMOS DE HACERLO SOLOS
¿Le confía usted a Dios sus finanzas? Sí, claro. ¿Le confía a Él su trabajo? Sin duda. ¿Su casa? ¿Su matrimonio? ¿Su futuro? Sí. Sí. Sí. ¿Le confía a Dios sus hijos? Bueno… hago el intento.
Si usted es como la mayoría de los padres, confiar plenamente sus hijos a Dios es algo que usted sabe que puede y debe hacer, pero que no le resulta fácil.
Desde el momento en que vemos a nuestros bebés a través de la ventana de la sala de niños recién nacidos del hospital, nos preparamos para protegerlos, educarlos y crear para ellos un entorno en el que puedan florecer y convertirse en todo lo que Dios quiere que sean. En los primeros años, si cometen algún tipo de equivocación, nuestra obligación es perdonarlos. Y no importa la edad que tengan, cuando sufren por algo, queremos hacerles menos dolorosa la experiencia.
Pero es fácil olvidar que no somos nosotros quienes más autoridad tenemos en esto. El Creador que formó a nuestros hijos en el vientre (Sal 139.13), y que ha contado todos los cabellos de sus cabezas (Mt 1.30), tiene un plan para sus vidas. Eso, por supuesto, está bien en teoría, pero ¿cómo confiar plenamente en Dios cuando un hijo se enferma gravemente, o cuando toma una decisión con consecuencias dolorosas, o cuando pasa toda una noche fuera de casa? ¿Qué sucede cuando uno duda de la capacidad que se tiene de criarlos, o cuando la imaginación nos recuerda todo lo que podría salir mal?
Dios nunca dijo que ser padres sería fácil (disculpe el cliché). Pero sí dijo que Él nunca nos dejará ni desamparará (He 13.5). Y nos recuerda que todo lo podemos en Él que nos fortalece (Fil 4.13). Sabemos también que el Señor no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Ti 1.7). Estas son las promesas a las que podemos aferrarnos, no importa qué luchas tengamos.
Mimi Greenwood Knight
Ningun tema esta mas cerca del corazon de Dios que quel que atrae de nuevo la atencion a todas las peersonas sensibles y loloenas delEspiritu en nuestros dias: "La prioridad de la familia". Cuando las almas redimidas restablecen su relacion con Dios a traves de Cristo, es necesario segun las escrituras, que den prioridad al estudio de las ensenanzas bilbicas sobre el orden divino que debe presidir la vida familiar. Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Senor Jesucristo, de quien toma njombre toda familia en los cielos y en la tierra. Efeios 3.14,15
Que Dios nos permita reflejar en cada hogar la naturaleza divina de la familia divina. Dios te bendiga,
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Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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