Corrección a las personas: Sus faltas
"Pero tengo contra ti...."
Cuando alguien preguntó al predicador Vance Havner que estaba tratando de lograr con sus sermones, él contestó:
"Dos cosas: consolar al afligido y afligir al que está contento."
Pocos de nosotros ignoramos nuestras faltas. Cuando Cristo nos corrige, su corrección concuerda con lo que ya sabemos de nosotros mismos. El Gran Sanador comienza con un diagnóstico preciso de nuestra condición.
En la mayoría de los casos, no nos gusta que nos hablen de nuestras faltas. Muchas veces respondemos a los comentarios de amigos y familiares diciendo: "No quiero escuchar." Y ese es nuestro privilegio, incluso con el Salvador. Pero si estamos dispuestos a escuchar la voz de Jesús, nunca lograremos unh cambio significativo como pueblo Suyo.
Mandato a las personas: Medidas que tienen que tomar.
En medicina, el diagnóstico es un comienzo importaqnte, pero no es suficiente Vamos a sentirnos aliviados cuando nos digan la naturaleza de una enfermedad que nos angustia; pero esa sensación, desaparece rápidamente al oír las siguientes palabras: "No se p;uede operar, no se p;uede tratar, no hay cura conocida.." Sin embargo, Jesús nunca se verá limitado por una condición espiritual que no tenga cura.
En estas cartas, después de la corrección de Cristo encontramos un mandato:
* Arrepentiente, y haz las primeras obras (Ap 2.5 cp. 2:16; 3:19) * Sé fiel hasta la muerte... (Ap 2.10). *Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están por morir... (Ap 3.2) * Pero lo que tenéis, retenedlo... (Ap 2.25; 3.11).
O)bedecermos Sus mandamientos? ¿Seguiremos obedeciéndolos después que termine la crisis inicial?
Estudios realizados muestran que un porcentaje sorprendemente alto de pacientes no sigue las instrucciones del médico en lo que se refiere a cumplir con el período completo de un tratamiento. Cuando el paciente se alivia en un par de días con un antibiótico de una infección en el oído o de una fiebre, guarda la medicina en el botiquín. El médico recetó un tratamiento un proceso— y el paciente se satisfizo con un éxito momentáneo. ¡Qué rápido nos olvidamos cuando la emergencia ha pasado?
Martín R. De Haan II
Deuteronomio 30:8-16 8 Y tú volverás, y oirás la voz de Jehová, y pondrás por obra todos sus mandamientos que yo te ordeno hoy.
9 Y te hará Jehová tu Dios abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres,
10 cuando obedecieres a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos escritos en este libro de la ley; cuando te convirtieres a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma.
11 Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
12 No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotrs al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos?
13 Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?
14 Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.A)'>(A)
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal;
16 porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
Un arrepentimiento genuino y un serio compromiso de obedecer. Dios te bendiga,
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Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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