Felicidad no significa vivir sin dolor o heridas – no es
así. La verdadera felicidad es aprender a vivir un día a
la vez, a pesar de la pena y del dolor. Es aprender a
regocijarse en el Señor, sin importar lo que ha
acontecido en el pasado. Mucha gente tiene muchas cosas
en esta vida, pero no goza de la salvación y la vida
eterna, nosotros, los hijos de Dios realmente hemos sido
bendecidos de gran manera con lo eterno, con lo que no
perece , sino con lo que ha vida eterna permanece, y
esta vida eterna es conocer a Jesús y al Dios
Todopoderoso que le ha enviado.
Usted puede sentirse rechazada y abandonada. Su fe puede
que esté débil y usted puede pensar que ya ha perdido la
batalla. Tristeza, lágrimas, dolor y soledad pueden
engullirla a veces, pero Dios está todavía en el trono.
¡El todavía es Dios!
Convénzase a sí mismo que usted sobrevivirá. Usted
saldrá de todo eso y, ya sea que viva o que muera, usted
le pertenece al Señor. La vida continúa y usted se
sorprenderá de todo lo que puede aguantar con la ayuda
de Dios.
Usted no puede ayudarse a sí mismo ni parar el dolor.
Pero nuestro Señor bendito vendrá a usted. Él pondrá sus
amorosas manos debajo de usted y lo levantará para que
nuevamente usted se siente en lugares celestiales. Él lo
librará del miedo de morir y le revelará su amor eterno
a usted.
¡Mire hacia arriba! Anímese en el Señor. Cuando la
niebla lo envuelva y no pueda ver la salida para su
problema, descanse en los brazos de Jesús y simplemente
confíe en él. ¡Él tiene que hacerlo todo! Él quiere su
fe y su confianza. Él quiere que usted clame
audiblemente, “¡Jesús me ama! ¡Él está conmigo! ¡Él no
me fallará! ¡Él lo está resolviendo todo, ahora
mismo!
De la red
Ministerio Mujeres en
Victoria Somos
siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo
de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las
áreas
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