Difícil de imaginar
Lectura: Filipenses 1:19-26
Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor. Filipenses 1:23
Cada vez que mi esposa Martie y yo nos preparamos para salir de vacaciones nos gusta leer sobre el lugar aonde iremos, estudiar los mapas y anticipar la alegría de llegar, finalmente, al lugar con el que hemos soñado durante tanto tiempo.
Los que conocemos a Jesucristo como Salvador tenemos por delante un destino interesante observar que muchos de nosotros no parecemos estar muy entusiasmados con llegar allí. ¿A qué se debe? Quizás sea porque no entendemos qué es. Hablamos de calles de oro y de puertas de perlas, pero ¿cómo es en realidad? ¿Qué hay allí para que anhelemos llegar?
Creo que la descripción más profunda del cielo se encuentra en las palabras de Pablo a los Filipenses. Él dijo que "partir y estar con Cristo" es "Muchísimo mejor" (Fil 1.23). Es lo que le dije a mi nieto, de ocho años, cuando preguntó cómo era el cielo. Empecé preguntándole: "¿Qué es lo que más te entusiasma en la vida?" Él mencionó sus videojuegos y otras cosas divertidas que le gusta hacer. Entonces, le dije que el cielo es muchísimo mejor. Pensó un instante y después dijo: "Abuelo, eso sí que es difícil de imaginar".
¿Qué es lo que anhelas en la vida? ¿Qué te entusiasma de verdad? Sea lo que sea, aunque resulte difícil de imaginar, ¡el cielo es muchísimo mejor!
Joseph M. Stowell
El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio; y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, Agata, el cuarto, esmeralda. El quinto ónice, el sexto, cornalina, el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista. Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio. Ap 21.18-21
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brille en ella... Ap 21:23
Los materiales preciosos usados en la construcción de la ciudad magnifican Su belleza y Su gloria. No se necesita de luz, debido a la presencia de Dios y el Cordero Que tu mayor anhelo sea llegar a la tierra prometida y ver cara a cara al Creador del Universo y de todo cuanto habita en él! En Su amor y mi amor
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