Y ciertamente, aún estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura para ganar a Cristo Filipenses 3.8
En el huerto, Jesús estaba orando que "pasara de Él ese vaso" si era ésa la voluntad del Padre, pero mientras oraba comprendió que no era la voluntad del Padre y se rindió a Él. El Getsemaní es un seguro perpetuo de que si Dios permite el sufrimiento no es por falta de amor.
¡Cuántos golpes y sufrimientos evitaría uno si pudiera ver lo que Job comprendió en sus horas de más profundo dolor, cuando no había quien tendiera su mano sino sólo Dios! Él vio aquella Mano en el terrible silencio de su hogar saqueado, y su fe alcanzó su clímax cuando el que fuera poderoso principe del desierto, sentado en cenizas, pudo decir: "Aunque me matare, en Él confiaré"; "Jehová dio, Jehová quitó"; Bendito sea el nombre de Jehová."
Hay un misterio divino en el sufrimiento. Hay un poder extraño y sobrenatural que no ha podido ser descifrado por la razón humana No hay otro camino para alcanzar estas bendiciones inapreciables. Ellas llegan por el camino que pasa por el monte Calvario.
Me dicen que estaré de pie sobre la cumbre del monte de los Olivos, en las alturas de la gloria de la resurrección. Pero mi anhelo es mayor, ¡Oh Padre, quiero que el Calvario me conduzca hasta allí! Quiero comprender que las sombras de este mundo son las sombras de una avenida: la que conduce a la casa de Mi Padre. Dime que me veo forzado a subir porque tu casa está en la cumbre, y que no recibiré daño alguno de los pesares, aunque tenga que caminar en medio del fuego.
Se arrodilló, junto las manos, en el Getsemaní sombrío, bajo las ramas de un frondoso olivo Dormidas las flores, su cabeza gacha, los pájaros nocturnos acallan su grito y en el silencio, su mente recorre los siglos.
Su pasado está lleno de traición y tristeza, de mañanana, dolor y tormentas; pero Él se arrodilla, sereno, bajo el árbol que contempla una lucha de significado eterno "No mi voluntad, sino la tuya se cumpla".
Sra. Cowman
Amado Padre celestial soy una vasija de barro que se echó a perder y sé que Tú estás haciendo de mi una vasija nueva He aqui que como el barro en las manos del alfarero soy yo en Tus preciosas manos, Hazme a tu parecer, sé que en el proceso me vas hacer llorar, no me quejaré... te alabaré y Tú cambiarás mi lamento en baile y me llenarás de alegría pero por favor no te detengas! sigue con el proceso, transformame, restaurame, limpiame, purificame, porque mi mayor anhelo es llegar a la meta a contemplar la hermosura de Tu rostro. Aqui en esta tierra solo estoy de paso, pero contigo viviré eternamente y se que lo que me espera es glorioso! Toda gloria y toda honra sean dadas a Ti hacedor de milagros, prodigios y señales. Amén En Su amor y mi amor,
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