Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios.....
de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí
por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente
según la actividad propia de cada miembro, recibe
su crecimiento para ir edificándose en amor.
Amadas hermanas no olvidemos que por una noche durará el lloro
y a la mañana, vendrá la alegría.
Salmo 30.5
Podemos soportar las pruebas de esta vida
por los gozos de la venidera!