Ayer hablamos de la importancia de depender de la Palabra de Dios como nuestra brújula a lo largo de la vida. Obedecer las instrucciones del Señor cambiará la conducta y la desafiará nuestra manera de pensar, actitudes y deseos. Él nos lleva a pensar de manera diferente sobre nosotros mismos y las dificultades que enfrentamos.
Por naturaleza, queremos determinar nuestro rumbo en la vida. Eso parece ser el único camino lógico para llegar a donde queremos ir. Pero ser sabios a nuestros propios ojos es orgullo. Para combatir esta tendencia, el Señor nos dice que le temamos a Él y nos apartemos del mal (v.7). Este temor" no es miedo al Padre celestial, sino una actitud de respeto que nos motiva a obedecerle, tanto para nuestro bien como para su gloria.
Por naturaleza, queremos guardar todo nuestro dinero. El deseo de vivir mejor, o el temor a no tener suficiente, nos llevan a aferrarnos a todo lo que ganamos. Pero nuestra brújula (La Biblia) nos lleva a honrar a Dios dándole la primera parte de todo lo que tenemos, confiando en que Él suplirá nuestras necesidades (vv.9,10).
Por naturaleza, no nos gusta la disciplina de Dios. Su dolorosa aprobación parece demostrar que no nos ama. Pero nuestro Padre celestial dice que su disciplina es la evidencia que confirma Su amor y gozo en nosotros como sus hijos (vv.11-12).
Dr. Charles F. Stanley
Reflexión
A veces, por nuestro deseo de seguir al Señor, nos centramos en ser obedientes pero olvidamos sus instrucciones en cuanto a nuestra sactitudes y maneras de pensar. Para mantenernos en el camino de Dios, tenemos que corregir el rumbo de nuestros scorazones y mente
En Su amor y mi amor,
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas ..