Ahora ha caído tu lluvia

sobre mi alma,

ahora que desfallecía

Ahora se mostraron tus brazos,

de amigo y de Padre,

Ahora cuando la cancion

habia cesado,

y el viento quemaba.

Ahora 

cuando los machos cabrios

estaban muy lejos

para el sacrificio,

Cuando los carneros de Basan

se mudaron de mi vista,

y la sangre de la vid

huyo de mi presencia.

Ahora, Dios mio,

Cuando la piedra me nego el agua,

y el aceite se seco,

ahora me mostraste tu amor,

ya no por las sombras

de los tiempos antiguos,

ya no por los cánticos

de otros labios.

 Gracias Santo de Israel,

Dios del Universo,

por refrescar mi vida,

por el aliento de tu amor,

por tu agua sagrada,

y por tu aceite Santo.

Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas  ..