|
De: Perla (Mensaje original) |
Enviado: 20/07/2011 15:21 |
Esa molesta sensación de insatisfacción ISAíAS 55.1, 2
¿Alguna vez fue usted a su cocina tratando de encontrar algo que satisficiera su vaga sensación de vacío o descontento? No estaba buscando algo específico, pero sabía que quería satisfacer un anhelo. Lo que eligió probablemente no surtió efecto, porque el vacío no estaba en su estómago sino en su alma.
Ya sea que se trate de comida, profesión, posesiones o relaciones, nuestra alma está tratando siempre de encontrar satisfacción. Pero nada en este mundo, llenará ese vacío. Puesto que fuimos creados para relacionarnos con Dios, el Señor puso en lo profundo de nosotros un anhelo por él. Aunque no la reconozcamos como tal, todos conocemos la sensación de insatisfacción que a veces penetra nuestras almas. Siempre que tratamos de encontrar satisfacción con sustitutos mundanos, lo que viene después es la frustración y el desencanto.
Hay dos menús posibles de los que podemos elegir para llenar nuestras almas vacías. El menú de Satanás es amplio y lleno de cosas tentadoras que parecen prometer placer y satisfacción. Entre éstas pueden estar las relaciones interpersonales, la notoriedad, la aceptación, las riquezas o el reconocimiento. A diferencia, el menú de Dios es muy pequeño. De hecho, sólo tiene un "plato": Jesús. él es el único que puede llenar el vacío.
¿Tras qué cosas anda usted en la vida? ¿Ha encontrado la satisfacción que busca, o hay siempre una vaga sensación de descontento en su alma? Si le da a Jesús un lugar más grande en su vida, y pasa tiempo relajado y concentrado en él, el Señor le satisfará como nada más puede hacerlo.
Charles F. Stanley
Isaías 55
Misericordia gratuita para todos
1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
2 ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
3 Inclinad vuestro oído, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma
La vida abundante que Crito ofrece no tiene precio, con Cristo estamos completos, Ten hambre y sed del Señor y no de las cosas perecederas de este mundo.
Ministerio Mujeres en VictoriaSomos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
Fondo hecho por Perla MinisterioMujeresenVictoria
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 3 de 3
Siguiente
Último
|
|
Isaías 55
Misericordia gratuita para todos
1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero,
venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche................................................
Como seres humanos que somos, siempre habrà màs de alguna molestia de insatisfacciòn, pero para los ya lavados con la sangre de Cristo, tenemos una actitud diferente ante la vida, ya sabemos el por què suceden cosas que no esperamos, o cosas que no nos tienen satisfechos, pero està ante nosotros la dulce palabra de Dios, cuando dice que todos los sedientos podemos ir beber de esa agua que solamente èl puede darnos y que nos puede satisfacer.
araceli
|
|
|
|
|