Sometiendo nuestros planes en manos de Dios Base Bíblica: Salmo 37:3-5 Introducción: Todos los seres humanos concebimos planes. Algunos se orientan a la victoria, otros al fracaso. ¿Cuál es la razón? Si estamos o no en la voluntad de Dios. Es necesario que revisemos si todas nuestras iniciativas están conforme a lo que Dios dispone. Si estamos caminando conforme a Su eterno propósito, sin duda tendremos lo que le pidamos. De ahí que es esencial asumir en nuestras vidas tres principios: amar a Dios, escucharle y llevar a la práctica sus principios y preceptos para nosotros. I. El fundamento para que se cumplan nuestros planes: vivir conforme a la voluntad de Dios (v. 3). 1. La decisión de recibir bendiciones o maldiciones es de cada uno de nosotros (Deuteronomio 30:19, 20). Es necesario: a. Amar a Dios. b. Escuchar su voz. c. Poner en práctica lo que Dios enseña. 2. Dios demanda de nosotros: Confiar en Él y hacer el bien (v. 3) II. Dios ha prometido concedernos lo que necesitamos y le pedimos (v. 4) 1. Deleitarnos en Dios es reconocer el pecado, pedir perdón y experimentar el cambio (Isaías 58:13, 14) 2. Si andamos conforme a la voluntad de Dios, Èl nos dará no solo lo que anhelamos sino lo que necesitamos (v. 4) IIII. Nuestros planes en manos de Dios serán prosperados (v. 5) Dios reclama de sus hijos: 1. Encomendar nuestros planes a Dios (Cf. Proverbios 16.3) 2. Confiar en Dios (Cf. Salmo 62:8) 3. Dejar que Dios obre conforme a Su voluntad (v. 5). Conclusión: Dios desea lo mejor para nosotros; sin embargo, mucho de cuanto pedimos, no se materializa debido a que procuramos para nosotros, satisfacer nuestros deseos y no movernos—como debe ser—en el centro mismo de la voluntad de Dios. No podemos dejar de lado un hecho: Dios ha prometido concedernos lo que necesitamos. En Él tendremos siempre grandes bendiciones. Por ese motivo, es necesario que le encomendemos nuestros planes, confiemos en Su voluntad y le permitamos que obre. Ps. Fernando Alexis Jiménez –
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