Os haré descansar
«Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es cómodo y mi carga ligera.» No he visto nunca a una persona que no quisiera descansar. No hay hombre o mujer que viva sobre la faz de la tierra que no necesite descanso. Leemos del rico que derribó sus graneros y los edificó mayores y dijo a su alma: «Alma, descansa, tienes mucho almacenado.» Los mercaderes se afanan día y noche para amontonar dinero, con miras a poder descansar. Los hombres dejan sus familias y amigos y dan la vuelta al mundo para ganar dinero, con la esperanza de poder descansar. Los marineros surcan las olas y se alejan durante meses de su hogar para conseguir dinero a fin de que éste les lleve el descanso. De hecho si el descanso estuviera en el mercado para poderlo comprar habría muchos centenares en Londres que lo comprarían incluso a precios muy altos, pero aunque el dinero no lo puede comprar al creer la palabra de Dios puedes obtenerlo sin dinero y sin precio. «Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados y yo os haré descansar.» Ahora bien, cuando decimos nosotros «haremos esto» no siempre lo hacemos. Quizá no tenemos., intención de cumplir la palabra cuando decimos que haremos una cosa, o si pensamos hacerlo a veces fallamos por carecer de los recursos o capacidad de cumplir la promesa. Pero recuerda, Dios nunca quebranta una promesa. Nunca se equivoca, nunca falla en cumplir su palabra. Y las palabras que leo son dignas de toda confianza, porque no son palabras de hombre, sino del Hijo de Dios: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y cargados y yo os haré descansar.» Esto nos dice dónde hay el único lugar en que podemos hallar descanso. No hay otro lugar en que un hombre pueda tener la posibilidad de hallar descanso para su alma. Recuerda, no es por medio de algún credo, no es por medio de alguna Iglesia particular o por medio de alguna doctrina determinada, sino por medio de Cristo. «Venid a mí.» Es acudiendo al Cristo personal, solamente, que conseguimos la paz y el descanso del alma.
D.L.Moody
|