Querida mujer de victoria:
El Señor se revela en nuesros día en una manera intensa y gloriosa, tal como lo hizo a Moisés en la zarza ardiente. Cuando Él aparece en escena las cosas cambian. Lo ordinario se vuelve extraordinario; lo secular se vuelve santo. Él está levantando mujeres puras y apasionadas que reflejen el carácter ardiente de Dios.
La amagura y el orgullo dominaban mi personalidad la mayor parte de mi vida. Esto se convirtión en "raíz primaria" de mi personalidad, alimentando todas las demas actitudes. Después de muchos años de alimentar esa raís, me convertí en una ministro "profesional" que pretendía tener el fuego de Dios. Mi pasión por Jesús se estaba extinguiendo.
Le podía enseñar a otras mujeres "la fórmula escritural para librarse de la amargura" pero yo no estaba libre. Ayunar y orar solo reprimía esta raíz antes de que brotara de nuevo. Cada vez que me acercaba al genuino arrepentimiento y al cambio, la autojustificación aparecía para reprimir mi libertad. Este círculo vicioso me entorpecía haciéndome ineficaz como creyente.
¡Necesitaba fuego, no una fórmula! Necesitaba un encuentro directo con la presencia ardiente de Dios. Necesiaba que Él hiciera algo en mí que estaba más allá de mis propios esfuerzos.
En medio de un poderoso fluir del Espíritu Santo en nuestra iglesia, yo miraba mientras el fuego de Dios tocaba a otras mujeres en manera sobrenatural. No obstante, el miedo mezclado con orgullo me impedía recibirlo. Miesposo finalmente me dijo con lágrimas en los ojos: "Vas a perder tu propósito si no te rindes a la gloria de Dios"
Para entonces, yo estaba desesperada por experimentar a Dios intensamente. Mi orgullo y mi cuerpo terminaron en el piso mientras oía a las mujeres orar: "¡Jesús, toca el alma de Katy y libérala de esa raíz de amargura y orgullo! Mientras me rendía al fuego de Dios, sentí el peso de su gloria sobre mí y algo que me quemaba. Llegó la libertad duradera.
Cerca de mi zarza ardiente, mi propósito fue restaurado. Fue un tiempo íntimo e intenso donde el Señor consumió mi opresión de toda la vida. Años más tarde todavía estoy libre mientras aprendo la altura y la profundidad de mi yo verdadero, Mi pasió brilla con más intensidad cada día.
Este testimonio ha tocado las vidas de muchas mujeres alrededor del mundo, ayudándolas a tener un encuentro intenso con Dios. Ahora entiendo las palabras de Juan wesley, cuando una vez le preguntaron por qué miles de personas venían para oírlo, él respondió "Estoy encendido y vienen para verme quemar". Así es como yo quiero estar.
Mi oración por usted es que conozca cara a cara el poder de Dios y le permita hacer lo que usted no puede hacer po sí sola. Que Él consuma todo lo que no es de Él y lo sustituya por Su fuego.
Que Él la haga arder.
Kathy Gary
Amado Padre celestial, te rogamos que nos sumergas en el Río de tu Espíritu y que salgamos renovados, restaurados con un corazón conforme tu corazón, que arda la llama de Tu Espíritu en todo nuestro ser, mente, alma y espíritu y queme todo aquello que obstáculice nuestra relación contigo, porque anhelamos habitar en tu santa presencia y ser instrumentos útiles en Tus preciosas manos. Para tu gloria y tu honra. Te lo pedimos en el nombre de Cristo Jesús. Amén y amén
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