Entrando el ángel a donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
-Lucas 1.28 (RVR) SOY soltera. Mientras mis amistades hacían planes de bodas y caminaban hacia el altar, yo permanecía sola. Mi abuela se preocupaba por mi futuro sin un esposo; mis amistades me decían que era mejor que me casara. Pero nunca conocí a un hombre a quien pudiera amar. Por un tiempo, me molestaba que otras mujeres hallaran a su hombre ideal. ¿Qué pasaba conmigo? ¿Porqué Dios no me dirigía al hombre con el que me iba a casar? Pero eventualmente descubrí una relación maravillosa. En lugar de buscar un esposo, me comprometí totalmente con Dios. Gabriel llamó a María «favorecida» y ella lo fue, no porque hubiera hallado un hombre para casarse, sino porque fue escogida por Dios. Dios nos escoge a cada uno de nosotros/as para una función única. Nuestro estado de soltero o casado no tiene importancia para Dios; nuestra relación con Dios es lo que importa. Todos podemos ser «favorecidos» a los ojos de Dios al entregarnos completamente a lo que nos pide que hagamos. Sa. Sherri Langton (Colorado, EUA)
Oración: Amado Dios, gracias por mostrarnos en María lo que realmente importa.
Ayúdanos a buscarte a tí sobre todo. Amén.
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
..
Todo lo de esta vida pasa como un suspiro, y nada terrenal nos hace completamente felices, Si queremos realmente ser felices tomemonos de la mano de Jesús, que sea El nuestra dulce compañia, nuestro amigo, nuestro amparo y fortaleza.
Solamente en El encontramos todo lo que nuestra alma necesita para estar satisfecha.