Deje libre al ofensor El llamado al perdón verdadero
Lea Mateo 18:21-25
El perdón está en el corazón del evangelio, como lo revela la parábola de Mateo 18 y, como creyentes, hemos recibido la orden de practicar diariamente. Sin embargo, pedonar a otros es un llamado que a menudo nos resulta difícil cumplir. La buena noticia es que cuando el Señor nos ordena hacer una tarea que está más allá de nuestra capacidad natural, nos da los medios para realizarla por medio del poder del Espíritu Santo. Bien entendido, el perdón que damos a las persons que nos han agraviado, fluye de un corazón agradecido por el perdón que Dios ha derramado sobre nosotros. Básicamente, es por permitir que su amor impregne nuestras vidas, que somos capaces de ofrecer misericodia a los demás.
Examine Profundice en los siguientes pasajes de las Sagradas Escrituras:
>1a Juan 2:9-11. La falta de perdón nos impide ver la perspectiva de Dios, y perjudica la comunión con Él. >1 Juan 4:7-21 La falta de disposición de amar a los demás nos impide amar al Señor con todo nuestro ser. >Marcos 11:25; Mateo 5:23-24. Guardar rencores y evitar la reconciliación nos impide adorar libremente a Dios. >Efesios 4:30 -5:2 La fuente de la compasión y el perdón verdaderos es sobrenatural. >Mateo 5:38-42. Ofrecer el pedón de Dios a los demás hace que llamemos la atención en el mundo, para la gloria de Dios. >2 Corintios 5:16-21. Cuando actuamos como agentes del perdón de Dios, ponemos de manifiesto, de manera admirable, la verdad del evangelio.
Reflexione
1. ¿Se identifica usted con el siervo de la parábola de Jesús en cuanto a la deuda perdonada? ¿Trata de cobrar "deudas" a los demás?
2. ¿Cómo afecta la falta de perdón su relación con el Señor? Si está teniendo dificultad para dejar libre a otra persona de la falta que cometió contra usted, ¿Hay algún aspecto de su vida en la que todavía necesite recibir la plenitud del perdón de Dios? 3. ¿Qué significa ser "embajador de Cristo" a quienes se les ha sido confiado "el ministerio de la reconciliación" (2 Co r:18-20)?
Dr. Charles F. Stanley
Como creyentesw se nos ha pedonado mucho. Nuestro Padre celestial quiere que, a cambio de eso, seamos generosos perdonadores de los demás
Perdonar es la orden de Dios —Martín Lutero
Dios sea propicio a ti,
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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