Padre gracias por la vida de nuestra amada hermana Myriam
bendícela como hasta ahora lo has hecho en este maravilloso
día, gracias porque hasta aquí has tenido cuidado de ella.
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.
Salmo 90.12
Mi amada amiga y hermana:
No hay distancia ni tiempo que realmente
separe nuestros corazones
Con mucho cariño de tu hermana y amiga