El amor incondicional de Dios
1 JUAN 4.7-10
Una de las mayores luchas que enfrentan algunas personas, es el sentimiento de no poder ser amadas por Cristo. Pero la Biblia nos dice claramente que sí lo son. Lejos de decirlo simplemente con palabras, Dios también nos ha dado muchas pruebas de que es así. La creación misma es una expresión de su amoroso cuidado por nosotros. él creó esta Tierra como la habitación perfecta para la humanidad, y nos provee las cosas que necesitamos para vivir. Pero la más alta expresión de su amor se manifiesta en su provisión para nuestras necesidades eternas. Envió a su Hijo para redimirnos del pecado, poder ser perdonados y reconciliados con Dios, y para luego vivir con él para siempre en el cielo.
¿Por qué, entonces, con todas estas evidencias, seguimos dudando de su amor? Tal vez sea porque estamos viendo al amor desde nuestra perspectiva limitada: puesto que nosotros no podemos amar a otros incondicionalmente, dudamos de que el Señor pueda hacerlo. Después de todo, el razonamiento humano considera lógico ser amorosos con quienes están a la altura de nuestras normas, y distantes de quienes no.
O quizás simplemente nos sentimos indignos del amor de Dios. Bueno, le tengo una noticia: nadie es digno. El amor de Dios no se basa en si lo merecemos o no. Su amor es una demostración del compromiso que él tiene de bendecirnos al máximo.
El amor divino no está condicionado por nuestro desempeño, sino por la naturaleza de Dios. Es como la marea del mar. Usted puede estar en la orilla y decir: "No creo en las olas", pero eso no les impedirá tocarle. Asimismo, nada de lo que usted haga o sienta evitará que sea amado por Dios.
Dr. Charles F. Stanley
Mi bello Padre celestial, en el nombre de Tu Hijo Jesucristo
te doy infinitas gracias por tu amor hacia mi y mis hermanos, gracias amado Padre
porque nadie me ha amado como Tu me amas, nadie me ha cuidado, como tu me
cuidas, nadie ha suplido mi mas intimas necesidades como tu lo has hecho y lo
continuarás haciendo, nadie me ha protgido de mis enemigos como tu lo haces, y nadie
ha tenido cuidado no sólo de mi sino de todo lo que Tu me has dado.
Mis padres que ya están en tu santa presencia, mi esposo, hijos y nietos,
mis yernos y nuera, gracias porque puedo gozar de una familia unida, unida
con tus lazos de amor, gracias Papito lindo por tu amor infinito y eterno, Te ruego
me ayudes a permancer en tus caminos, en tus sendas, en tus veredas, amándote,
y sirviéndote todos los días de mi vida. Te amo, te adoro, te exalto y te glorifico
mi amado y dulce Padre celestial, que dicha tan grande serTu hija.