El Señor tu consolador
Tu novi@ termino contigo; enfrentas la muerte de una persona a la cual querías mucho; tu espos@ te abandonó; tu novi@ ó tu esposa te engaño; estás luchando con alguna enfermedad; perdiste tu empleo y no tienes con que alimentar tus hijos ni con qué pagar deudas; te das cuenta que estás embarazada y quizás tu novio te abandonó y no sabes como decírselo a tus padres; la obligación de llevar tu sol@ una casa; tienes un pecado oculto el cual no has podido vencer; te sientes sol@, tienes que hacer algo, pero necesitas dinero para eso y no lo tienes; le fallaste a Dios; te echaron de tu casa; tus padres se separaron ó están a punto de hacerlo; tus padres no te quieren; te sientes muy triste… ¡RESPIRA! En este momento desahógate en Dios, suelta hasta tu última lágrima y ¡RESPIRA! Aunque te sientas demasiado impotente ¡RESPIRA! Cierra tus ojos por un momento y ¡RESPIRA! Inspira el aliento de Dios, que corra por tu sangre, por tus pulmones, por todo tu ser. No permitas que esto te venza, no te dejes tirar a la lona… ¡RESPIRA! Y siente que las fuerzas llegan, y que Dios ha venido hasta ti para decirte: “¡RESPIRA! Aquí estoy contigo, enjugando una a una tus lágrimas, y no estás solo, yo estoy contigo, no pienses que me he olvidado de ti, te he estado observando y hoy vengo a ti a decirte que tomes mi mano y sigamos adelante, yo estoy contigo, solo ¡RESPIRA!”
Permíteme orar por ti:
“Señor Y Padre Celestial, no sé por lo que la persona que lee esto está pasando, pero sé que indiscutiblemente te necesita a ti, por favor, Dios, provee para esa persona lo que necesita, sana su corazón y quita de ella todo aquello que esté estorbando para que tu bendición llegue sana todas sus heridas y bendice su vida, seca sus lágrimas y dale eso que tanto necesita y que tanto te ha pedido, extiende tu mano y ayúdale, perdónale, y esfuérzale para que pueda seguir adelante, dale ahora mismo nuevas fuerzas y permítele respirar tu aliento de vida, no permitas que su vida decaiga mas ó muera, y hazle entender que estás a su lado. Te pido que le bendigas, que le hables, y que te muestres a esta persona; haz un milagro en su vida y ayúdale a componer todas y cada una de las cosas que están mal en su vida; arregla todo aquello que necesita una solución pronta, y dale una respuesta en este mismo instante. Haz Señor Jesucristo que todas las cosas vuelvan a la normalidad si esa es tu voluntad, de no ser así que todo se componga según tu lo quieras, pero por favor, dale fuerzas y mas fuerzas a la persona que lee esto, ¡Desfibrilala! Antes de que su corazón deje de latir… ¡En el Nombre Poderoso de Jesús de Nazaret!, Amen, Amen y Amen”
“¿Por qué voy a desanimarme? ¿Por qué voy a estar preocupado? Mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. ¡Él es mi Dios y Salvador!”
Salmos 42:5
Autor: Juan Carlos Vidal