Los sueños al igual que el embarazo tienen un proceso. Nosotros los engendramos y poco a poco se van desarrollando ideas y proyectos que nos causan ilusiones. Vamos creando pensamientos de cómo podrán ser dados a luz porque queremos verlos concretados.
Las primeras semanas el sueño parece pequeñito y lejano, pero conforme van pasando los días, las semanas y los meses esa barriga va acrecentándose. Y es hermoso cuando llega el momento de parir a esa criatura. Porque aunque es doloroso el proceso, cuando la madre lograr parir y ve a ese niño y lo colocan en sus brazos, ella sabe que valió la pena los sacrificios, los cuidados y todo el dolor que tuvo que experimentar para tener a esa criatura, su niño(a) en sus brazos. Lágrimas, sonrisas, un montón de sentimientos entremezclados hacen que todos los que le rodean y ella misma se sientan felices y orgullosos.
Algo similar sucede cuando damos vida a los sueños, cuando los parimos. Muchas veces nos duelen, otras veces pareciera que van a ser abortados, pero aún así mantenemos la fe en que ellos lograrán concretarse aunque cueste traerlos al mundo. Y cuando ese sueño se hace realidad, es nuestro bebé hermoso y lo presentamos al mundo con gran alegría y orgullo.
Tal vez tienes tantas ideas en mente y piensas que no podrás lograr concretarlas o las veas tan lejanas que te sientas desanimado(a). O llevas días formulándote cómo lo lograrás y te sientes atemorizado(a). Quizás los que te rodean al escucharte hablar de tus sueños se burlen, te critiquen y opinen que de ti no podrá salir nada nuevo.
Quiero decirte que es posible que este sea tu momento ideal para que logres dar a luz ese sueño que por tanto tiempo has llevado dentro de ti. No te digo que será fácil, pero si te digo que te producirá satisfacción y te sentirás bien al saber que lo lograste. Ya tu reloj está marcado el momento justo del alumbramiento de tu sueño, ponle nombre, haz que crezca y se desarrolle, ¡échalo a caminar! Y cuando ese sueño ya sea grande, no pares, trata de dar a luz otro. Porque los sueños nos impulsan a luchar, a no permanecer estáticos, son nuestro motor y hacen que trabajemos por ser cada día mejores.
Autora: Brendaliz Avilés