Siete maneras creativas de orar en familia
¿Qué puede hacer su familia para incorporar la oración en su vida diaria?
Considere estas ingeniosas ideas de la madre y escitoria Mary DeMuth
1. Use la tecnología. Vivimos en la era digital, y nuestra familia ha aprendido el valor de la tecnología para orar los unos por los otros, utilizando el correo electrónico, los mensajes de texto, e incluso los sitios de redes sociales. He enviado mis peticiones de oración por correo electrónico, los mensajes de textos, e incluso los sitios de redes sociales. He envíados mis peticiones de oración por correo electrónico a mis hijos: ellos han enviado mensajes de texto con sus peticiones, y yo les he respondido con oraciones específicas. Cuando viajo, oramosjuntos por teléfono. Y cuando me escriben en Facebook acerca de sus peticiones, intercedo por ellos en mi respuesta.
2. Desconéctense. Muchas veces, a la oración se le da una impotancia secundaria, por lo saturado que están nuestras vidas. Cree una zona segura en su casa y un período de tiempo donde se desconecten por completo de la televisión, la música, la Internet y la computadora. En ese silencioso período, anime a sus hijos a escuchar as Dios, que es el otro lado de la oración que, con frecuencia, no practicamos. Pasen tiemo, como familia, compartiendo transquilamente sus preocupaciones, alegrías y necesidades.
3. Ponga las peticiones por escrito. Cuando mis hijos eran pequeños, utilizabamos una pizarra para mantener el control de las peticiones, y para ver cómo las respondía Dios. Con tiza de colores, dividía la pizarra en tres secciones: fecha, petición y respuesta. Nos turnabamos para expresar nuestras peticiones; después, cada uno anotaba la fecha y la necesidad. Cuando Dios respondía específicamente nuestras oraciones, anotabamos la fecha y la forma como había respondido. Otra ideas son escribir las peticiones en un diario de la familia, o en una sencilla libreta. Llevar un control de la actividad de Dios, no importa la forma que se adopte, fortalecerá la fe de sus hijos y profundizará la determinación de ellos de comunicarse con Él.
4. Tomen un nombre para orar. Cada semana (o mes), que todos tomen al azar el nombre de otro miembro de la familia. Durante el tiempo designado, ore cada uno por esa persona.
5. Escuche y luego actúe. En este mundo enloquecido algo que sus hijos necesitan es que usted los escuche con atención. Deténgase, escuche y esfuércese por escuchar lo que quieren decirle. Cuando compartan sus frustraciones o preocupaciones, ore por ellos en ese momento. No se limite a prometer que va a hacerlo después.
6. Utilice los altibajos como trampolín. Cada noche, durante la cena, mencionemos las cosas buenas y malas del día. ¿Por qué no dar un paso más allá en la conversación utilizando esos altibajos como un trampolín para orar después de comer? Oren por quien esté a su izquierda o a su derecha, o al otro lado de la mesa.
7. Visiten lugares nuevos para orar. Piense en la posibilidad de dar una caminata en el parque de su vecindario como otra forma de desconectarse del mundo y conectarse con el corazón de Dios en oración y estudio de la Palabra.
Mary DeMuth
Amado Padre celestial, en el nombre de Tu Hijo Jesucristo te rogamos en este maravilloso día que nos permites vivir, que nos aumentes la sabiduria y la inteligencia, haznos mujeres sabias que edifiquemos
nuestra casa y la vida de nuesros hijos, que seamos un ejemplo para ellos, que vean que nuestra prioridad es buscar tu rostro, escudriñar Tu Palabra, congregarnos, darte gloria y honra hasta en las cosas más pequeñas. Ayudános a ser creativos en la oración, en la alabanza, que podamos dar un buen testimonio que acallen nuestras palabras. Porque todos tenemos una cita contigo, donde daremos cuentas de nuestra vida, qué hablamos y qué dejamos de decir, Señor, ayudános a dejar un buen legado a nuestros hijos y que ellos la continuen con sus hijos y así todas nuestras generaciones te servirán y te amaran con todas sus fuerzas, con toda su alma y todo su ser en el nombre de Cristo Jesús. Amén
Ministerio Mujeres en Victoria
Somos siervas de Dios, que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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